SKIPPER EN DINAMARCA.

Parte 11

VIAJE A ZOOLÓGICO DE CENTRAL PARK.

 Skipper y sus muchachos llegaron a la aduana mercantil naval de Dinamarca, la camioneta ya los estaba esperando, ellos se dirigieron hacia el, él conductor afuera estaba esperando, y dijo muy asombrado, -¡vaya!, así que son ustedes ¡pero vienen muy mal!- el abrió la puerta trasera de la camioneta, llevo a los tres pinguinos adentro de el camión, y con su maleta que tenia dentro de medico comenzó a curarlos les puso desinfectantes y ungüentos para calmar los dolores de las heridas.

Con Rico fue mas especial pues el estaba mas herido por su pico.

Ya habiendo acabado los introdujo a la caja de madera, tapándola arriba, el comenzó a sellar con clavos, los tres pinguinos ya estaban adentro, ellos sintieron el andar de la camioneta, se escuchaba como el señor los entregaba a la aduana, unos trabajadores se los llevaron al barco mercantil, colocando los en un lugar seguro para ellos.

Ya en la adentro de la caja, Skipper se sentó en unos de los lados de la caja con su pequeño huevo en sus brazos y llorando en silencio, mientras que Kowalski estaba en frente de el, él estaba muy triste también, ya que sentía así por la traición de su hermano y la muerte de Eva.

En medio de los dos estaba Rico, él estaba sobándose con su aleta su pico herido, él veía a sus hermanos consumiéndose por el dolor, pues el sentía dolor físico pero lo que estaba sintiendo Skipper y Kowalski era aún mas intenso.

Entonces él se levanto, fue hacia donde estaba Skipper, se puso frente a él e hizo que Skipper se pusiera de pie, le tomo su huevo y se lo coloco entre sus patas, Rico le dio un abrazo tan consolador, tan acogedor que Skipper dejo de llorar, y le dijo,

-Gracias Rico incubare y cuidare este huevo por que ella me lo confió-.

Entonces Rico se dirigió hacia donde estaba Kowalski hizo que se levantara, también le dio un abrazo tan acogedor y consolador que Kowalski se tranquilizo, Rico se llevo a Kowalski donde estaba Skipper y entre los tres se abrazaron, Kowalski y Skipper captaron lo que el mensaje de lo que Rico le estaba diciendo.

-Soldados -dijo Skipper- tenemos que incubar el huevo, nos turnaremos hasta que el huevo nazca-.

-Si- dijeron los dos

-Skipper ¿Quien era ese pinguino que nos ayudo a escapar de Dinamarca? ¿lo conoces?- le pregunta Kowalski a su jefe.

-ese pinguino que nos ayudo a escapar de Dinamarca es mi padre, Kowalski y estoy orgulloso de el, quiero volver a Dinamarca y preguntarle muchas cosas, pero no lo podre hacer- le respondió Skipper.

Kowalski se quedo muy sorprendido ante esta revelación.

Paso una semana cuando llegaron a Nueva York.

-Skipper ¿¡ el barco se detuvo!? ya llegamos- dijo Kowalski.

-Muy bien no me moveré para nada, si se pone difícil la situación atacaremos-

Ellos sintieron que fueron trasbordados  de nuevo a otro vehículo,  que se puso en marcha.

Skipper no se movió para conservar el calor del huevo.

Cuando llegaron al zoológico el veterinario abrió la caja de madera, Skipper le dio la orden a sus hermanos de no atacar a los humanos al menos de que sea necesario.

El veterinario reviso a cada pinguino y les suministro medicamentos pues llegaron muy golpeados  hasta que se dio cuenta que uno estaba incubando, se alegro muchísimo entonces coloco a Skipper en papel aluminio con cuidado tratando de que el huevo no se le cayera entre sus patas. con mucho cuidado los tres pinguinos fueron llevados a su nuevo habitad.

Ya una multitud de personas estaban esperando a los nuevos integrantes de Zoológico de Central park.

Ellos estaban maravillados ante semejante recibimiento.

Skipper para disimular les dijo -sonrían y saluden, sonrían y saluden-

-Soldados tenemos que comportarnos de los que somos-

-¿de acuerdo?-.

entonces un cuidador llego con un balde de peces y se los lanzo a los pinguinos, ellos se alegraron mucho pues tenían semanas que no ingerían alimento.

-¡por fin comemos algo semanas¡- dijo Kowalski muy alegre.

Skipper no se movió y Rico le llevo a Skipper cuatro peces, los tres estaban muy contentos. ya con sus estomaguitos llenos les dijo.

-Muchachos nos quedaremos aquí hasta que nazca nuestro pequeño soldado-

La llegada de los pinguinos fue de gran emoción para el publico.