Hoy en la mañana le he estado mandando mensajes a Omar y no me contesta, espero que este bien, me preocupo mucho por el. Por qué es mi mejor amigo o creo que es algo más que mi mejor amigo.
Salí caminando de mi casa, revisando a cada rato mi celular, ni siquiera desayune.Llegue a la escuela muy temprano, revisando todavía el celular. Pero no había nada. Ningún mensaje de el.
Me senté en las escaleras, esperándolo solo a el.
Alguien se sentó al lado de mi.-Ho...ola Hada.
Era Camila..
-Hola Camila.
-¿Esperas a alguien?
-Algo así.
-¿Te puedo... Acompañar?
-Si claro.Le sonríe ganable mente y estuvimos esperando un buen rato.
-¿Por qué no viniste ayer?
-Por que... Se... Me hizo tarde...La voltee a ver a ver, su respuesta la había pensado mucho, pero no me quise meter más en el asunto, no me interesa, ahorita en lo único que pienso es en Omar.
Un silencio incómodo empieza. No se qué decir, no puedo pensar en nada más que Omar.Ya ha pasado mucho tiempo y sigo revisando mi celular en busca de un mensaje de Omar, pero nada, si no viene hoy iré a su casa y lo matare.
Sonó la campaña para entrar a clases y el no ha llegado, con trabajo me levanté de las escaleras, siempre mirando atrás, viendo si no venía Omar.
Al levantarme me acordé que Camila estaba a mi lado.-Vamos a clases Camila.
-Si...¿Todo bien Hada?
-Si... Creo que si.-lo último lo dije en voz baja, creo que no escucho Camila.No deje de pensar en Omar, estaba tan preocupada por el. ¿Qué tal si le había pasado algo? No pude pondré atención a ninguna clase, sólo veía el reloj, esperando la hora.
Término parte de las clases. Es hora del almuerzo, fui la última en salir del salón.
Me dirigí a la cafetería y vi a Camila en una mesa sola. Me acerque a ella amablemente..-Hola ¿Puedo sentarme aquí?
-Ah Hola, si claro.Me senté a su lado y empece a comer.
-Y... ¿No tienes algún amigo aquí?
-No, No tengo a nadie. - Sonaba igual que yo.Ya había visto esa cara de soledad antes.
-¿Por qué dices eso?
-Por que todos me tratan como si fuera invisible, me humillan y se burlan de mi.
-No eres la única.
-¿A qué te refieres?
-A mi me hacen pasar las mismas humillaciones que a ti.Y otra vez apareció ese silencio incómodo.
Estuvimos sin hablar todo el almuerzo, hasta que tocaron la campana.
Me aleje de ahí y me tropecé con alguien.-Fíjate por donde vas- la verdad no se quien me habia tirado.
-Perdón, no me fije.Era Harry, se me había olvidado que tenía una cita con el este sábado.
Me ayudo a levantar y no dijimos nada. Cada quien se fue por su lado.
Durante las demás clases no hice nada, ni puse la más mínima de la atención a las clases.
Terminaron las clases, puede sobrevivir con esfuerzo, salí corriendo a la casa de Omar, fui la primera en salir.
Llegue a su casa, me acerque lentamente y a la puerta y toque.
Espere un buen rato y nadie me abrió, volví a tocar, nadie me contestaba, ¿Qué estará pasando?
Estuve un buen rato afuera de su casa, sin respuesta alguna.
Se hizo de noche y decidí irme a mi casa, llegue con la cabeza abajo y un poco triste.
Revise mi celular, para ver si había señales de el, pero no, ningún mensaje ni llamada, me deje caer a mi cama y me quede dormida mientras algunas lágrimas caían por mis mejillas
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Confusa De Amor
Teen FictionNo todas las historias terminan con un final agradable. Créditos de portada: Aketzali Ang