Capitulo tres

31 4 0
                                    

Ya han pasado 3 días desde que me dieron el telescopio, lo uso casi siempre, me sirve para olvidar lo sucedido...

Hoy es sábado y sigue exactamente como hace 6 días, total y completamente silencioso. Mis padres se levantan solo si quieren ir al baño o comer algo, pero nada más, no converso con ellos, hace mucho que no me preguntan que tal me va en el colegio, mejor para mi porque he estado bajando mis promedios, no tengo a quien me regañe.

Me preparo algo para comer, no puedo seguir con todo esto, yo nunca he sido depresivo, siempre con una sonrisa delante no importa si es falsa.

Me preparo un plato de arroz con huevo, se cocinar pero no estoy de animo de prepararme algo más grande que esto.

Pongo la canción Give me love de Ed Sherran mientras cocino, definitivamente la musica me hace olvidar las cosas que suceden en mi vida y logro entrar en un estado de paz casi absoluto.

-Terminé- me digo a mi mismo mientras dejo el plato de arroz con huevo en la mesa.

-¿Que te cocinaste hijo?- me dice una voz muy conocida, está entrecortada y se destaca que está tratando de hablarme tiernamente, tratando lo más posible en no volver a llorar, que en parte funciona.

-Arroz con huevo mamá- le respondo -¿Quieres un poco?

-Bueno hijo- me responde con una sonrisa algo forzada

Limpio un plato en el lavaplatos y le sirvo a mi madre, conociéndola y por como está no va a querer comer mucho pero de cualquier manera le sirvo harto para tratar de subirle el animo al menos con comida

-Está muy bueno hijo, no sabía que cocinaras tan bien- me dice y yo no puedo evitar sonreír.

-Gracias mamá- le respondo -oye, ¿donde está papá?

Mi madre no me responde, ella solo se vuelve a entristecer, yo la abrazo para que ella se calme un poco y resulta, porque una vez que la abracé se soltó todo lo que tenía que soltar, nunca he visto mi mamá llorar, esta es la primera vez de hecho. Por mi lloraría junto a ella pero tengo la misma forma de ser que mi padre, tengo que ser fuerte para que ella se sienta que segura de donde está.

-La persona que esté contigo sera una persona con mucha suerte, no muchos son tan generosos y fuertes como tu o tu padre, ustedes dos son lo mejor que me ha pasado en la vida- esto ultimo diciéndolo con lágrimas bajando por su mejilla. Quede impactado cuando me dijo eso, no sabía que yo era así, la verdad ni siquiera sabia que ella se preocupaba por mi, siempre eran mis hermanos, lo único que más importaba eran ellos 2.

**Flash back**

-Hijo no te preocupes por eso, deja que Miguel se encargue de eso- dice mi padre a Leandro.

-No papá, Miguel ya ha hecho suficiente, ordenó la casa y limpió los platos, deja que yo me ocupe de esto- le responde.

-Tranquilo Leandro, ya estoy acostumbrado a hacer esto, tu dejalo en mis manos- le digo yo para no hacer que mi padre se enoje.

-Bueno, pero me dices si te pesa mucho ¿vale? Piensa que son 50 kilos de harina y lo tienes que llevarlo por toda la calle y dejarlo en la cocina, además, eres un niño de solo 13 años, dudo que puedas levantar todo eso- me dice esto ultimo solo para hacerme enojar, lo cual, funciona un poco.

Levanto el gran saco de harina que por cierto no estaba nada liviano y lo cargo contra mi hombro, camino casi sin poder moverme y mi ropa estaba llena de harina, estos momentos son en los que me arrepiento de no hacer pesas o algo así.

La Vida De Un Joven En ApurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora