Miércoles 29 de Septiembre; 2016.
El pie me dolía a horrores. No tenía ganas de ir a clase, ni tan siquiera de levantarme de la cama. No solamente por el pie, sino porque además hoy tenía uno de esos días raros que me dan de vez en cuando.
Simplemente me pongo a pensar en mis cosas y hoy me había dado por pensar en mi padre. Le echaba tantísimo de menos... Bajé las escaleras y fui hasta la cocina.
-Mamá, no me apetece nada ir a clase.
-Ni a mí a trabajar cariño, pero es lo que hay.
-Te juro que hoy tengo uno de esos días míos y echo de menos a papá.
Mi madre me miró y me hizo una mueca de tristeza.
-Procura no faltar muy a menudo anda; hoy te lo paso por lo del pie, ¿vale?
-Te quiero.
Mi relación con mi madre era increíble, súper buena. Nos llevábamos genial y nunca teníamos problemas.
Subí de nuevo a mi habitación.
Encendí mi iPhone y me puse a escuchar música toda la mañana.
A las 14.30 me levanté de la cama y fui al baño a ducharme.
Entre en el aseo y me miré en el espejo; bajita y no demasiado delgada, tenía el pelo largo y medio rubio, medio castaño, era pálida de piel y tenía los ojos verdes, mi sonrisa era bonita, no era demasiado pero estaba bien.
Me metí en la ducha y me lavé el pelo. Cuando salí de la ducha eran ya las 16.30.
Me vestí corriendo, me puse una sudadera gris de Nike, unos leggings negros y mis superstar.
Bajé corriendo las escaleras y cogí las llaves. Mierda mi tobillo. Joder tenía que correr o no llegaría a buscar a mi hermana.
Llegué diez minutos tarde.
-Lo siento infinitamente mi niñita, de verdad que lo siento.
-No pasa nada...
Fuimos a casa y ella subió a su habitación.
No me apetecía comer nada, así que yo subí a mi cuarto también.
Estuve durmiendo lo que quedaba de tarde, realmente no había hecho nada hoy, dormí y escuché música.
ESTÁS LEYENDO
Books & coffee.
Teen FictionParece mentira, como dos miradas que se cruzaron en medio de aquel centro comercial acabaron así, ¿quién lo diría eh? Que terminaría abrazado a ti en tu cama, recordándote cómo empezó todo. Que terminaría comiendote a besos, mi vida, quién lo diría.