Capitulo 1

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3 DE AGOSTO DE 2005

Los arboles al rededor la aturdían, no podía estar un minuto más en ese lugar, se iba a ir pero algo se lo impedía, se volvió para buscar sus llaves pero vio a un hombre con una pala y una bolsa, se asustó tanto que todo su cuerpo temblaba, no pudo verle la cara lo único que le logro ver fue un tatuaje de un símbolo grabado en su cuello el cual era como unas cuerdas con nudos que se entrelazaban y en el centro había una pequeña, pero notable rosa, que, a su alrededor tenia espinas y una espada que se incrustaba en la ella. El hombre se acercó a ella.

Ella tenía miedo, se le notaba en los ojos. El hombre dejó la bolsa a un lado, justo donde se encontraba ella, pero él no sabía que ella estaba ahí, el hombre sacó todo lo que había en esa bolsa: un cadáver descuartizado y apestoso. Ella se sorprendió, y aun asustada trato de ver a la pobre victima pero lo que vio fue aun peor: era ella... descuartizada en pedazos...

El hombre buscó la pala y cavó, cavó, hasta que logro hacer un hoyo profundo para enterrar el cadáver. Ella aun no superaba su impresión, sus lágrimas salían sin cesar, abrazo sus piernas repitiéndose a sí misma: " Esto no es verdad" "es solo una pesadilla". El hombre tomaba cada pedazo y lo arrojaba al hoyo sin compasión, ni piedad hasta que no quedo nada del cadáver en la bolsa, luego de lanzar todos los pedazos al hoyo los enterró. El hombre agarro todas sus cosas y se fue sin decir nada. Sin siquiera disculparse. Tan solo se fue sin más.

Ella aun abrazando sus rodillas dejó de llorar repentinamente. Se levantó de golpe y camino; camino hasta llegar a un río que era parte del bosque en donde se encontraba. Se acercó y se agacho para ver su reflejo. Cuando asomó su cabeza no pudo ver más nada que solo los árboles que estaban alrededor suyo. Se acercó más, y más, hasta que, la punta de su nariz toco la fría y cristalina agua. Se levantó sin hacer ni el más mínimo ruido y siguió caminando, hasta desaparecer en la inmensa oscuridad que traía la grandiosa noche.

Algo había cambiado. El viento movía las ramas de los arboles más cercanos hasta que algo o alguien hizo que parara repentinamente. El agua cristalina del río se oscureció... borrando por completo toda la luz que emanaba de ella.

Dicen que la naturaleza puede percibir lo sobrenatural...

Así fue como enterraron a Emma Morgan, una linda y simpática chica de cabello castaño oscuro, ojos verdes como la esmeralda y unos labios rojos como la sangre, de 19 años , nacida en Pasadena ( California) en 1986 ...

CUATRO DÍAS DESPUÉS

Jeremy estaba sentado en una de las sillas del avión cuando una mano toco su hombro sin aviso, asustando y tomando por sorpresa a Jeremy. Sobresaltándose él se voltea y se da cuenta de quien se trataba: Tom. Un hombre de aproximadamente unos 36 años, de cabellos color café con una pizca de canela, era una combinación muy inusual pero por esa razón le llamaba la atención; unos ojos grises claros con algunas tonalidades de azul cielo, una nariz semi-perfilada un poco gruesa en la parte de las cavidades y unas cejas gruesas y brotadas de pelo. Tom vestía un pantalón negro, una camisa a cuadros con las diferentes tonalidades de verde y unas vans de color negro que la navidad pasada Jeremy le había regalado.

-No sabes cuánto lo lamento. Emma era una buena muchacha- dijo sentándose a su lado con cara de pena.

-Lo sé. Yo la amaba mucho- hizo una pequeña pausa para suspirar y prosiguió lenta y calmadamente - Por eso volveré.

-Volveremos para enfrentar el pasado- dijo mirando hacia la ventana con cara de melancolía y tristeza, recordando el terrible pasado que habían vivido en California.

-Así es. - suspiro calmado pero con un poco de angustia - Yo tras la muerte de mi padre jure jamás regresar a California...pero no podía quedarme aquí sabiendo que a Emma la asesinaron.

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