Viviendo con famosos [Editando]

57. Agua fría, cuerpo helado ✏

    —Vámonos, James—lo levanté del suelo y, por más que pareciera imposible, el castaño y la rubia siguieron riendo hasta que ambos entramos en el auto.

    ¿Por qué no puedo tener amigos normales?

    —Emma—Luke golpeó mi ventanilla, pero omití sus palabras y prácticamente, ordené a Jimmy que manejara hasta la casa de los chicos.

    Necesitaba a uno de los Sullys. Pero uno no tan…chismoso.

    Como Niall, él era perfecto para esos casos.

    —¿Por qué te querés ir antes? Ni siquiera le preguntamos—me miró intrigado.

    —Emma—Luke volvió a tocar la ventanilla—. Em—insistió.

    —Acelerá James—le ordené.

    —No hasta que me digas por qué te querés ir—se cruzó de brazos como típico niño caprichoso.

    —PORQUE FUE LUKE—grité sin contención. Respiré y largué todo como si fuera Jimmy el que tuviera la culpa—. Él fue a tu casa, él fue el que entró por la ventana, él fue el que me besó, él fue al que le saqué esa estúpida camisa que no sé cómo llegó ahí si es de Harry, y él fue el maldito estúpido que fue a tu casa para entrar por la ventana y besarme antes de que le saque la camisa cuando está saliendo con la zorra plástica de piel asquerosa y cabello pajoso de Barbie—dije furiosa y me di un golpe en la cabeza con el volante por haber repetido tantas veces lo mismo.

    Me hice ver como una idiota. Tal vez lo era.

    —Yo no estoy saliendo con Megan—dijo Luke del otro lado pero James no lo pudo escuchar porque hice ruidos para que no hable.

    Jimmy bajó la ventanilla con el botoncito ese, luego de haber revoleado los ojos queriéndome decir que parecía una infante.

    —¿Qué dijiste, hermano? No pude escucharte por alguien—hizo una cara algo rara. Me reiría si no estuviera el rubio afuera.

    —Dije que yo no estoy—comencé a cerrar la ventanilla con el botón que estaba en mi puerta, pero Luke puso sus dedos—. No estoy saliendo con Megan, ni somos novios, ni siquiera me atrae—comenzó a decir rápido.

    El dolor lo puede todo, creo.

    —Mentira—lo contradecí y seguí apretándole los dedos.

    —Emma, basta. Sino va a quedar sangre, y acabo de lustrarlo—James me miró enojado y observó preocupado a ver si la mano de Luke ya estaba comenzando a sangrar. Pero no pasaba nada.

    ¿Lustrarlo? Sí, claro, James. Parece como si hubiese pasado Lucas Houston por encima de su auto y hubiese hecho lo que los chicos le enseñaron: defecar como una diva.

    No sé por qué seguimos conservando al caballo que nos regaló Mike para el futuro casamiento de Luke y yo, si siempre estamos peleando. Aunque no haya casamiento, nadie va a poder arrebatarle el caballo de las manos de Liam. Lo cuida como si fuera su hijo.

    —No estoy de novio con Megan, lo juro. Ella tiene novio y yo estoy soltero—vaya forma de conquistar chicas—. Si quieren pueden preguntarle. ¡TENGO SU NÚMERO!

    Emmm, Luke, ¿Y si pones tu cabeza en vez de tu mano, idiota?

    —No pienso hablar con zorras—lo miré enojada. Él todavía no lograba sacar su mano.

    Si sigue comportándose como un tonto, sus dedos quedarán azules. 

    —¿Qué tengo que hacer para que me creas de que ella y yo no somos nada?