Prólogo.

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Caricia, gemido, caricias , gemidos y besos; así es como iba la secuencia por el momento en el acto de las dos personas que se encontraban acostadas en una gran cama de sabanas rojas.

La que dejaba salir los gemidos de sus labios, cuándo le daba oportunidad de respirar después que terminaban el beso para tomar aire, ahora se encontraba en un estado sumergido de placer, excitación y confusión.

¿Confusión? Porque no sabia como diablos había llegado ahí y ahora se encontraba en esta situación, pero ha ella le valía un bledo por ahora, por todo el placer y excitación que siente su cuerpo ahora.

Aaah~...—de los labios de ella salió otro de mucho gemidos, al sentir unos labios besar su cuello.

Los labios seguían un camino de besos repetitivo de ida y vuelta de su cuello a su clavícula.

Después de seguir así uno momentos los labios que besaban su piel se pararon en su clavícula un momento para luego de entre esos labios saliera una larga, húmeda y caliente lengua que se poso en su clavículas.

La lengua comenzó un camino lento y sexual desde la clavícula hasta el cuello donde de momento paro y dio una lamida como si de una paleta se tratase su el cuello de ella.

Aa~aahh~...ahora la boca de ella solo podía repetir ese único sonido una y otra vez al sentir esa larga, húmeda y caliente lengua en su cuello.

Natsu, El íncubo de mis sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora