Elástic Heart [Secuela De SSP]

Invitaciones de Matt

Llegué al salón de química y me detuve antes de entrar, me sentía muy nerviosa por todo lo que me había contado Ash, ya saben, lo que sucedió con Miles

Respiré hóndo y entré.

Miles me miró de reojo y yo también a él (Supongo que él era Miles ya que no recordaba cómo era... Y si que estaba bueno).

Me senté en mi pupitre y acomodé mis libros, el resto de los alumnos entró y el profesor cerró la puerta

-Buenos días clase- dijo

-Buenos días prof...- me detuve al ver que yo era la única que saludaba

¿Qué les pasa idiotas? ¿No les enseñaron en sus casas que tienen que saludar cuando alguien los saluda? ¡Y mas si es su profesor!

Miles tomó su libro de química y lo ojeó. Luego lo cerró y lo dejó sobre el escritorio

-Okey- tomó la palabra -Harán el ejercicio seis de la página veintisiete

Todos sacaron sus libros, yo saqué el mío

-¡¿ES UNA BROMA?!- se oyó gritar a una chica desde el fondo

Rápidamente todos volteamos hacia ella, es rubia y con el cabello liso

Algo me dice que me caerá bien

-¿Algún problema señorita Scott?- prrguntó Miles

-Am... Ah... Es que, ¿En serio tenemos que hacer todos estos ejercicios?- respondió

-Si, y si no los termina hoy recibirá mas de tarea- al parecer Miles se levantó con el pie izqyierdo hoy -Repitame su nombre por favor

-Lilly Scott- dijo la rubia

-Su nombre, no su apodo- ella bufó y respondió:

-Lizbeth Scott

¿Lizbeth? Es sólo una copia barata de mi nombre... Okey no

***

Se oyó el timbre y varios de los alumnos comenzaron a salir del salón, yo tardé un poco ya que como soy idiota se me hace difícil guardar una simple libreta

Cuando al fin pude me levanté para irme, pero vi que a la rubia que se copió de mi nombre también se le complicaba guardar una simple libreta, así que me acerqué y la ayudé

Si... Entre dos chicas no podíamos guardar una simple libreta... Gracioso ¿No?

-Está trancada- dijo ella, forcejeando con su morral

-Si- asentí

¡Si! ¡Lo logramos!

-¡Al fin!- dijo -Gracias por ayudarme

-No hay de qué, lindo morral- respondí

-Gracias. Supongo que ya sabes mi nombre así que ¿Cuál es el tuyo?- preguntó

Comemzamos a salir del salón y caminar por los pasillos

-Soy Elizabeth, Elizabeth West- reí -Por favor dime Liz

-Okey Liz, nuestros nombres son parecidos

-Nah pff, el tuyo es una copia del mío- volví a reir

Ella hizo lo mismo

-y ¿Qué te toca ahora?- pregunté

-Am... Mate ¿Y a ti?

-Geografía- bufé

-Uh... Suerte- rió... Otra vez

-Igualmente- yo también reí... Otra vez -Este es mi casillero ¿Nos vemos en el almuerzo?

-Okey, adiós- dijo para luego alejarse

Sentí que alguien se colocaba sobre el casillero de al lado

-Hola- dijo Matt

Volteé a verlo -Hola

Me dió un corto beso -¿Tienes tarea de algo?

-Am... No, ¿Por qué?

-Porque quería saber si quisieras venir a mi casa luego de la escuela... Y quedarte a dormir

Me estremesí al escuchar su invitación

-Am... Ah

-No quieres ¿Verdad?- sus ojos demostraban desilución

-am... ¡Si! Si quiero, si- asentí

Su rostro se iluminó al instante -¡Genial!- me volvió a besar -Debo ir a clase, luego nos vemos hermosa

-Adiós- sonreí

Las siguientes clases pasaron bastante rápido, durante el almuerzo presenté a Lilly con los demás y, al parecer, se calleron bien todos. En este momento me encuentro en la puerta del instituto, esperando a Matt.

-Liz, ¿Qué haces aquí? ¿No te tendrías que reguresar con Nick? Digo, ya que él pasa por aquí cuando vuelve de la universidad- preguntó Ash

-Am... Le dije que fuera directo a la casa, me quedaré en la casa de Matt... Hasta mañana- respondí

En seguida los ojos de Ashley se abrieron cual platos

-¡Eaa! ¡Vas a dormir con Matt!

-¿Qué? ¡No! Am... ¡No se! No creo que de esa manera- negué

-¡Oh vamos! ¡Cualquiera se daría cuenta que te invitó a su casa para llevar su relación a otro nivel!- sontió

-No lo se, que pase lo que tenga que pasar- vi que Matt se acercaba -Mira... Allí está

-Suerte amiga- Ash desapareció y Matt se hizo presente

-Hola linda- me besó

Nos separamos -Hola

-¿Vamos?- preguntó

-Vamos- respondí

Subimos a su auto y él arrancó