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No me resistí.

Es que este capítulo es tan irdhfjkbjkdbfsd y el anterior fue tan cortito...

Amenme. 




Me toma una eternidad encontrar al señor Alguien al día siguiente. No quiero faltar a clase de nuevo, así que tengo que esperar hasta mi único período libre, que es justo antes del almuerzo. Quiero terminar con esto para poder sentarme con Liam en la cafetería y concentrarme en algo más que el sheriff Horan y su trasero terco.

Pasan como veinte minutos hasta que suena la campana cuando finalmente abro la puerta de la sala de computación en la planta baja. El señor Attley, el director del I.T, mantiene toda su basura aquí y a algunos de sus estudiantes favoritos les permite baja y distraerse. Es el lugar donde Liam y yo encontramos a Niall la vez que nos llevó hasta mi cuerpo moribundo.

La habitación me asusta un poco.

Camino más allá de las estanterías de cables enredados y teclados desechados, reviviendo el momento en que Liam tiró a Niall al suelo y exigió saber dónde estaba. Mi fantasmal yo observaba con sorpresa.

Enamorarme de Liam sucedió en pequeñas ráfagas. Como caminar cuidadosamente por una escalera hasta tener el coraje de girtar – ¿Qué carajo? – y volar hasta la barandilla. Ese momento. El momento en que mi Liam de un metro setenta tiró al impotente Niall Horan fue uno de los primeros pasos que descendí. Nunca antes nadie había llegado tan lejos por mí. Tal vez esa es otra razón por la que estoy tan obligado a hacer esto. Liam no cree que le deba algo por lo que hizo. Siempre dice que es el afortunado, porque me sacó de eso. Pero sí le debo. Me salvó la vida... en más de un sentido. Y ahora es mi turno para mejorar su vida.

Encuentro a Niall al final de la habitación, jugando con una tarjeta madre, justo como la última vez. Debe encontrarlo terapéutico o algo así. Me imagino que trata de ocultarse aquí cuando las cosas están mal. Apuesto a que ha estado pasando un montón de tiempo aquí abajo desde mí accidente.

Niall me confunde un poco. Quiero decir, se ha convertido en el Capitán América, en el jugador más valioso del equipo de fútbol, además de ser uno de los chicos más inteligentes en la escuela. Básicamente tiene el mundo en sus manos... podría ser lo que quiere ser, pero no tiene ninguna confianza. Mi accidente sólo lo ha empeorado. Prácticamente se ha convertido en un recluso, para gran decepción de las chicas. Nadie puede entender por qué. Nadie excepto Liam y yo.

La tensión de los hombros de Niall y la forma en que su cabeza está encorvada me dice más que cualquier palabra alguna vez transmitida. Sin importar lo brillante que sea este tipo, está demasiado asustado para llegar a algo.

-Hola, Niall – Aunque mi voz es muy suave, todavía salta.

Sus ojos son de un azul tan claro que cuando se da la vuelta me recuerdan un cielo sin nubes. Pero el cielo despejado nunca se ve así de atribulado.

Me acerco a él lentamente. Después de haber pasado la mayor parte de la noche dando vueltas, preguntándome cómo debía hacer eso, confío en que mi decisión de usar una voz dulce como la de una madre funcionará. También he decidido ver esto desde un ángulo completamente nuevo. Mentalmente cruzo los dedos, esperando que esto funcione.

-No era mi intención asustarte – Sonrío, con la esperanza de que se vea lo suficientemente genuina.

Los ojos de Niall se mueven hacia la puerta, sin duda buscando a Liam.

BEYOND [ziam au] [book 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora