BEYOND [ziam au] [book 2]

13.2

Ay, sé que me odian pero ahora va enserio jajajaja

Les prometí la segunda parte y acá la tienen

Voy a decirles esto acá y ahora así lo hacemos más simple. Gracias por leer esto y por quedarse conmigo aunque no actualicé tan seguido como hubiera querido. Espero que hayan disfrutado esta segunda parte y que se queden para la tercera (o 0? Porque es una precuela... ?) 

Tal vez si veo muchos votos y comentarios considere subirles el primer capítulo de la precuela hoy... pero depende de ustedes c:

En fin, gracias. 

Ahora sí, disfruten ;)

-¿Qué? – No puedo dejar de sonar estúpido. ¿Qué está diciéndome en este momento?

Con una suave risa, pasa su pulgar sobre mi boca abierta.

-Quiero estar cerca de ti – Besa mis labios y luego mi mejilla, y entonces descansa sus labios contra mi oído – Es por eso que finalmente le dije a mi padre acerca de Columbia.

-¿Qué te dijo? – La preocupación surge a través de mí.

El rostro de Liam se crispa con una muy pequeña mueca y se encoje de hombros.

-Estaba decepcionado al principio, pero luego hablamos de eso, y vio a dónde quería llegar. Él entendió que mis sueños han cambiado.

-¿Qué quieres decir? – susurro, una esperanza fugaz robándose la fuerza de mi voz.

-Quiero decir, que me he decidido a asistir a la UCLA.

Estoy seguro de que me parezco a un asesino psicópata en una película de terror con mis grandes ojos hinchados y mi expresión muda.

-¿Entraste en la UCLA?

Él sonríe.

-Me enteré ayer.

Y entonces le pego en el pecho.

-¿Por qué no me dijiste que estabas solicitando allí? ¡Pensé que querías una escuela en la Costa Este!

Me encanta la forma en que siempre se ríe cuando enloquezco... bueno, algo así. Él está riendo mientras agarra mis muñecas para que así no pueda golpearlo de nuevo.

-Fue una decisión de última hora – Frota su pulgar en la palma de mi mano – Yo... estaba tratando de evitar L.A debido a mi pasado. Sé que es una ciudad enorme, pero simplemente no quería toparme con nadie que haya conocido alguna vez – Sacudiendo la cabeza, hace una mueca y luego me mira – He estado torturado desde que no entré en Columbia. Sentí como si fuera una señal, pero no sabía qué hacer. Todas las escuelas en la Costa Este a las que solicité me rechazaron, pero UCLA me aceptó de inmediato.

-¿Así que todo mi estrés fue por nada?

-No me eches la culpa. Tú no me dijiste lo que estabas haciendo – Suena un poco molesto.

-Ni tú tampoco – murmuro, cayendo de nuevo en mi cama.

-No quería decir nada en caso de que no pasara. Incluso cuando fui a la entrevista, todavía no quería fijar mis esperanzas en nada.