Capitulo 5: Casualidad

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Jiraiya Namikaze abuelo de Naruto y presidente de la compañía automotriz Uzumaki. Él se hizo cargo de Naruto después de la muerte de sus padres.

- Naruto despierta ya es tarde – dijo Jiraiya entrando un poco al cuarto de su nieto – sé que tienes resaca he visto todas las botellas bacías, más te vale que te levantes o ya sabes lo que puede pasar.

- Lo se respondió Naruto en un momento más voy – contesto algo dormido.

Naruto se levantó algo mareado, le dolía la cabeza y quería vomitar, al salir de la cama notó que estaba desnudo - en que momento me quite la ropa, creo que me pase, no recuerdo nada, lo primero que tengo que hacer es tomar un baño, espero que me sienta mejor.

*

Hinata sintió que acababa de cerrar los ojos, cuando sonó el despertador, lo primero que vino a su mente fue Naruto - ¿Qué estará haciendo?- pensó mientras se levantaba, se dirigió a tomar un baño necesitaba despertar.

Nunca pensó que un simple baño resultaría algo tan placentero, recordó cada una de las caricias, los besos, los aromas, ya frente al espejo descubrió tres pequeñas marcas rojas en su piel, una en su cuello, una en el nacimiento de sus pechos y una muy cercana a la punta de su pecho derecho, esas marcas eran la prueba de lo que había pasado una noche antes, la prueba de que no había sido un hermoso sueño. Continuo vistiéndose cubrió con un poco de maquillaje la marca de su cuello pues era la única visible, y bajo al comedor a desayunar.

*

-Buenos días Abuelo- saludo Naruto entre bostezos – A qué hora llegaste anoche no escuche cuando llegaste…

-Dudo mucho que hubieras escuchado a qué hora llegue después de haber ingerido tanto alcohol- reprocho su abuelo al mostrarle varias botellas que recogía.

-No evadas el tema a qué hora llegaste- le preguntaba Naruto en tono de regaño.

-Pasadas las 5 de la mañana tuve un viaje de negocios a Tokio y no pude volver pronto, lamento no haber estado en tu cumpleaños… además estuve llamándote y no contestabas, y el regañado deberías de ser tu mira este desastre, realmente festejaste, vinieron Sakura, Sasuke y tus demás amigos.- le dijo a su nieto sin darse cuenta que la sola mención de los nombres de esos dos cambio el rostro de su nieto.

-Solamente recibiste un regalo le mostraba el pequeño empaque que se encontraba en la mesa, tus amigos son realmente tacaños- al darse vuelta Jiraiya para ver la cara de su nieto se dio cuenta- ¿qué paso?, ¿Qué tienes? – su cuerpo temblaba y su rostro reflejaba furia.

-Quiero que en lo que reste de mi vida no vuelvas a mencionar el nombre de esos dos, están muertos para mí y otra cosa quiero que olvides esta maldita fecha, no pienso festejar nunca más mi cumpleaños– Al escuchar sus nombres Naruto había recordado lo que había pasado.

-Adiós – fue lo único que Jiraiya pudo responder, pues Naruto había tomado las llaves de su coche, el regalo que tenía su abuelo en las manos y había azotado la puerta del departamento.

*

-Buenos días Neji – saludo a su primo quien era el único en el comedor, tomo asiento y espero a que le sirvieran el desayuno.

- Buenos días Hinata-sama – dijo en tono un tanto frio – espero que no se vuelva a repetir lo de anoche, estábamos muy preocupados –

Neji Hyuga era su único primo, vivía en la casa desde que sus padres fallecieron, era un poco frio y le costaba trabajo expresar sus sentimientos, realmente quería a sus primas y a su tío, se había graduado dos años atrás y ahora trabajaba en las empresas de la familia a lado de su tío. Poseía acciones de las empresas, pues fue la herencia de su difunto padre.

- No te preocupes, te prometo que no sucederá otra vez – dijo esto con cara de niña pequeña pidiendo perdón.

Neji mostro una pequeña y cálida sonrisa, al ver los ges tos que hacia Hinata.

- Neji, ¿sabes que tienes una linda sonrisa? Debes sonreír más, no quiero que seas igual de frio que mi padre, creo que nunca lo he visto sonreír.

- Entonces yo también te prometo algo, mientras tú y Hanabi estén conmigo nunca voy a dejar de sonreír—o dijo mostrando su más tierna sonrisa – deberías apresurarte ya es tarde.

-Si es verdad nos vemos por la tarde.

*

Naruto subió a su coche, arrojo el regalo al asiento del copiloto y arranco, no sabía a donde se dirigía estaba molesto. Salió tan rápido de su casa que no había comido nada, no había tomado sus útiles y la cartera, de una cosa estaba seguro no podía regresar a casa su abuelo comenzaría a hacer preguntas.

Escucho un familiar sonido, su celular estaba sonando- Que suerte tengo…-  grito al darse cuenta que su celular estaba en la guantera.

-Hola - contesto mientras se estacionaba.

-Hola que tal amaneciste, como te va con la cruda – escucho la voz tranquila de su amigo Shikamaru.

-Pues ya te imaginaras, oye donde estas, necesito un favor.

-Pues voy rumbo a la cafetería que esta cercas de mi casa para desayunar y después voy a la universidad.

-Pues precisamente ese es el favor Salí de improviso de casa y se me olvido la cartera y me muero de hambre que tal si nos vemos ahí

-Está bien nos vemos – contesto sin ganas Shikamaru.

Arranco de nuevo el coche y se dirigió la cafetería.

*

Hinata se subió a su coche, encendió el radio y arranco, pronto comenzó a tararear la canción que escuchaba, estaba feliz, lo único en lo que pensaba era en Naruto y en cuanto deseaba volver a verlo.

-No puede ser – dijo con un hilo de voz, agachando la cabeza hasta que su frente toco el volante –Que voy hacer cuando lo vea, él tiene novia, estaba borracho…. Que voy hacer- la realidad había roto su burbuja de alegría.

Escucho el clatson de un carro, o por dios se había quedado parada en la esquina no se había dado cuenta que ya había cambiado la luz.

*

-Arranca – decía Naruto mientras oprimía el clatson de su coche para que arrancara el coche que estaba delante, ya había cambiado la luz hacia varios minutos, él se moría de hambre

*

Hinata saco la mano dándole el pase al conductor de atrás.

*

Hinata no lo podía creer, era él.

 Naruto se apeno por ser tan impaciente.

Ambos se miraron, sonrojaron y lo único que hicieron fue levantar la mano en forma de saludo.

-Adiós – susurraron ambos.

La noche que te amé...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora