La noche que te amé...

Capitulo 7: Sueños

-No puede ser otra vez- decía mientras el agua fría cubría su cuerpo, necesitaba calmar sus instintos- Por dios ya no soy un adolecente, a mi edad ya no debería de tener sueños húmedos.

Eran las 3 de la mañana, ya habían pasado tres semanas desde su cumpleaños, desde que beso a Hinata y tenía tres semanas en las que no había podido dormir, a causa de sueños protagonizados por ella.

-Hasta hace poco Hinata solo era una buena amiga que me ayudaba en una materia,  si es linda y amable, pero que causo en mi interior ese simple beso, que tiene esa chica que no puedo dejar de soñarla – pensaba mientras el agua tibia comenzaba a salir y así llevado por la dulce sensación del agua cálida sobre su piel comenzó a pensar en ese extraño y placentero sueño.

El comienzo era extraño pues Sakura estaba atrapada bajo su cuerpo, indefensa, el solo tenía en la mente una palabra venganza, y así comenzaba a besarla pero no por amor, sino por deseo y odio, deseando lastimarla y odiando lo que le había hecho, quería que ella sufriera tanto como él.

Estaba segado por el odio y el dolor, sin embargo comenzaba a escuchar una dulce voz que lo llamaba “Naruto-kun”, era casi como un susurro, era una delicada voz que hacía que todos esos sentimientos oscuros desaparecieran. Al volver a ver a Sakura a los ojos ya no veía esos orbes verdes que por tantos años había adorado, ahora veía unos cálidos ojos color de luna, la que se encontraba bajo su cuerpo era Hinata, su rosto estaba sonrosado y sus ojos reflejaban amor. Su cuerpo y sentidos se relajaron, ya no sentía dolor u odio, solo el calor y aroma que emanaba ese pequeño cuerpo, en lo único que pensaba era en llenarse de aquella fragancia, de la suavidad de su piel, de la paz y amor que reflejaban sus ojos. Beso su frente después sus labios, era tan suave y dulce ese contacto, su cuerpo le pedía más y el cuerpo de ella respondía a cada una de sus caricias.

Así comenzaron a quitarse la ropa, pero Naruto necesitaba sentir más la piel de Hinata, fácilmente quito el sujetador y comenzó a besar y succionar sus pechos, escuchaba pequeños gemidos de placer, se sorprendió un poco cuando ella lo jalaba y besaba su cuello, esta acción ocasiono que se encendiera más, se separó un poco, quito la última prenda del cuerpo de Hinata. Simplemente ver el cuerpo desnudo de Hinata era lo mejor que había visto.

Al pensar en ese cuerpo desnudo, sus instintos provocaron que comenzara a acariciar su pene, es que simplemente pensar en ese cuerpo era algo glorioso, esas caderas y pechos generosamente proporcionados, la pequeña cintura, la piel blanca que hacia resaltar pequeña marcas rojas, marcas que él había ocasionado, continuo pensando en el sueño, mientras sus manos tomaban vida propia dándole placer a su virilidad.

En su sueño después de verla desnuda no pudo más, necesitaba sentirse dentro de ese cuerpo, la siguió besando mientras se introducía en su cavidad, era tan estrecha y caliente, sintió como Hinata se tensaba y lo abrazaba con fuerza. Era temor lo que comunicaban esas acciones por eso  comenzó con movimientos lentos, para que su cuerpo se acostumbrara, aumentando poco a poco el ritmo, en el momento en que sintió que Hinata comenzaba a moverse, acelero el ritmo y profundizo la penetración, sabía lo que ella estaba sintiendo, sabía que pronto llegaría, así que la levanto un poco, ella se aferró a él y así ambos…

 - Aah – un sonido ronco salió de su garganta delatando que había tenido un orgasmo, el semen se mesclaba con el agua tibia de la regadera, otra vez se había masturbado mientras pensaba en ese sueño, ya eran varias veces que se había repetido esta escena en las últimas tres semanas.

- Ahora no solo tengo sueños húmedos si no que me masturbo en el baño, soy un adolecente caliente- se reía de lo que acababa de decir.

Naruto no entendía por qué ese sueño era tan placentero, y tan realista.