unstable. ❝dipbill❞

+uno.

Dedicado a: -bplsrxgers 

[VAYAN A LEER SU HISTORIA, ES BUENA 7u7]

No llevaba en ese lugar más de dos días y el castaño comenzaba a desesperarse. Sabía perfectamente que lo habían atrapado, y sabía perfectamente que debía escapar de ahí. De una forma u otra.

El lugar era pequeño, perfecto para que una sola persona se quedara ahí, sin poder lastimar a nadie. Y eso le beneficiaba poco al ojimarrón.

Ya que el deseo de dañar a la gente, es lo que cautiva al castaño, lo que más le gustaba en el mundo.

—Qué asco de celda. —se quejó el chico.

Se sentó en una de las esquinas del lugar alcolchonado.

—Dipper Pines. —el nombrado levantó la vista.

—Pasado.

Los médicos suspiraron frustrados.

—Alguien quiere hablar contigo.

El castaño sonrió. Los médicos abrieron la celda, no sin antes, estar precavidos de cualquier movimiento que el chico pudiera hacer.

Aunque no pudiera hacer mucho, la camisa de fuerza lo retenía.

Ambos hombres llevaron al chico a un cuarto, el cuarto de visitas específicamente.

Miró a los lados del lugar gris, "compañeros" hablando con sus familiares, amigos, entre otras personas.

—En la mesa del fondo. —uno de los hombros tomó del hombro al menor. Obligándolo a sentarse en aquella mesa, con la persona.

—No lo haga enojar, no trate de obligarlo a responder, o cualquier otra manera de hacerlo sentir incómodo. —la mujer asintió al escuchar las condiciones del hombre en bata blanca. —Si necesita algo, o algo sale mal, avísenos.

—Si... —soltó con un hilo de voz, tenerlo al frente, después de saber lo que hizo, la ponía nerviosa, aunque necesitara saber las razones.

Dipper miró como los médicos se alejaban, cuando éstos abandonaron la habitación, giró su rostro a su acompañante.

—¡Mabel! Que sorpresa que vinieras a visitarme. —el chico sonrió. —Creí que tu también te habías ido de aquí.

Mabel apretó su antebrazo reprimiendo los sollozos que quería soltar en ese momento. Recordar como su hermano liquidaba a sus tíos y como la persiguió hasta casi matarla, no era nada lindo.

—¿Qué sucede? —Dipper rió. —¿Dónde está la Mabel que me molestaba cada vez que podía? —la sonrisa se volvió forzada.

La castaña no podía hablar, tenía un enorme nudo en la garganta.

—Q-Quiero saber... —Mabel volvió a respirar. —P-Por qué... p-por qué...

—¿Por qué mate a Stan y a Ford y casi a tí? —completó la pregunta.

Mabel palideció al instante al ver la sonrisa cínica en el rostro de su gemelo.

—No hay una razón específica. —balanceó sus pies de un lado a otro. —Una persona puede volverse demente, lo deseé o no. Y yo así lo quize.

—¿Y era necesario matarlos a ellos?

Dipper miró a su acompañante. Mabel puso ambas manos en la mesa.

—Esos dos viejos te apoyaron cuando los necesitabas, te cuidaron por más de 4 años de verano, ¡Te amaron Dipper! ¡Eran tu familia! ¡Tu verdadera familia!

Dipper rió.

—¡Lo eran! ¡Ahí lo haz dicho! —su risa se descontroló. —¡Y ahora están 3 metros bajo Tierra!

La paciencia de la castaña se agotó, tomó el cuello de la camisa de fuerza y lo obligó a levantarse.

—Escúchame imbécil. —murmuró entre dientes. —Puedes ser mi hermano y el asesino de mis Tíos, pero eso no implica que puedas burlarte de ellos.

Dipper le sonrió.

—No lo creo, tú dejaste de ser mi hermana hace tiempo. —se soltó del agarre de la castaña y se acercó a la oreja de esta. —Y yo puedo reirme de ellos, yo puedo burlarme de ellos, yo puedo hacer lo que quiera, no hay nadie que pueda obligarme a dejar de hacerlo.

Aquel comentario golpeó el pecho de Mabel.

—Si fuí capaz de asesinar a personas que apreciaba. —se inclinó al frente. —¿Por qué debería ser diferente contigo?

Mabel se levantó de su asiento, tomó su bolsa y salió del lugar, con las lágrimas asomándose por sus ojos.

Los médicos regresaron por Dipper, el cual lo volvieron a meter dentro de su celda.

Las risas del castaño era lo que se escuchaba, gritos dirigidos a su hermana, quien no los escuchaba.

—¿¡POR QUÉ SERÍA DIFERENTE CONTIGO?! —reía. —¡DESPUÉS DE TODO, JAMAS TE IMPORTE! ¿¡AHORA POR QUÉ ME IMPORTARÁS?!

El castaño sonrió, sin apartar la vista de la esquina.

—Ya nadie me importará.

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aclaro, el prólogo está editado, ya que lo que está escrito, sucede MUCHO MAS MAS ADELANTE :v

perdonar mi error </3 ahr.

vuelvan a leer el prólogo, lo he corregido :v

~dxppergirl.