Caperucita ingenua y el lobo enamorado [MIKAYUU]

En la profundidad del bosque

Yuichiro Amane era un niño un poco rebelde, pero muy amable, a sus 14 años ya conocía la soledad y la tristeza de haber sido dejado atrás por las personas que se supone que cuidarían de él, el día de su décimo cumpleaños, Yuichiro había sido abandonado por sus padres, tras un fallido intento de asesinato hacia él, jamás volvió a saber de ellos, quienes tras haberlo creído muerto escaparon dejándolo herido en medio de lo que antes era su casa, para su suerte, sus vecinos de aquella ocasión habían escuchado el alboroto y lograron auxiliarlo, terminando finalmente en uno de los orfanatos locales, el orfanato Hyakuya, el cual se encontraba en las afueras de la ciudad, con un amplio y espeso bosque casi rodeándolo, con un único camino de salida la cual lo unía a la civilización.

Yuichiro pese a su inicial enojo y tristeza, ahora había encontrado una familia en aquel orfanato, todos los chicos que allí estaban podían entender su tristeza, lo entendían, por ello él los quería, su familia, por la cual haría lo que sea.

-Yuu-chan ¿estás aquí?- el ocaso bañaba el ambiente con un tenue color, mientras el joven de cabellos negros y verdes ojos llamado Yuichiro se perdía entre sus pensamientos, mientras observaba el cielo sentado en el jardín una joven de larga y castaña cabellera se acercaba llamando su atención.

-¿Akane?- el joven presto atención a la chica la cual se acercaba y tomaba asiento aun lado de él, en aquel amplio jardín

-Yuu, últimamente te vez un poco despistado, ¿puedo saber porque?- aquella pregunta lo había sorprendido, ciertamente últimamente se encontraba bastante despistado y no podía evitarlo, la razón de su reciente preocupación ahora se encontraba hablándole; Akane, la dulce niña que siempre le brindaba su sonrisa cálida y llena de bondad había enfermado hace poco, no estaban muy seguro de que se trataba, porque el medicamento que ella necesitaba era muy difícil de conseguir.

"Ella podría ponerse bien en un par de semanas si la tomase constantemente" fue lo único que se encontraba en los pensamientos del niño de negra cabellera en ese momento, "es una planta medicinal algo difícil de encontrar, pero si tuviésemos un poco definitivamente Akane mejoraría" las palabras del doctor del orfanato no dejaba de resonar en su cabeza mientras recordaba un papel donde una plata estaba dibujada.

Tras la poca iniciativa de Yuichiro la joven castaña no pudo evitar hacer una sonrisa tratando de esconder su tristeza.

-Ya deja de pensar en eso Yuu-chan, ya verás que me pondré mejor- hablo con seguridad la dulce muchacha, mientras le sonreía. Yuichiro correspondió la sonrisa de la chica, y quería creerlo, llevaba semanas queriendo creerle, pero solo veía como cada día se ponía más pálida, más débil. –Ven, vamos a cenar, hoy hay tu comida favorita- dicho esto la chica se levantó esperando que el joven la imitase

-iré en un rato- dijo Yuichiro a la joven la cual no se atrevió a reclamarle, lamentándose por ser el motivo de su preocupación –en serio, ve, llegare en unos minutos- y sonrió, sorprendiendo a Akane, pero tranquilizándola a la vez.

Yuichiro se encontraba en ese lugar del jardín por una sola razón, el bosque se encontraba a unos cuantos pasos de él, era oscuro y todos tenían prohibido acercarse pero sabía una cosa, además de los rumores que habían, un peligroso lobo que no dudaba en desaparecer a cualquiera que se internase en él, pero, lo que el necesitaba para ayudar a su amiga podría encontrarlo en lo más profundo del sombrío bosque; Si tan solo tuviera el valor de ir hacia allí, si tan solo los adultos no fueran tan cobardes para ir por lo que su querida hermana necesitaba, tras pensar unos segundos más se levantó y siguió el camino de regreso a casa, el mismo camino que Akane había recorrido hace poco.