La nariz del rubio toco suavemente el cuello del joven pelinegro, aspirando su suave aroma, sin duda era el, el chico de ojos verdes al que tanto había esperado.
Mikaela era su nombre, usaba ropa sencilla, si alguien lo viese a lo lejos no dudaría que es un humano, pero él no era un humano, todo era pura apariencia ya que el sabia, todo el mundo lo llamaba el lobo del bosque, porque solo un animal salvaje sería capaz de cometer los crímenes que el mismo sabia era el autor, señalado ante aquel nombre Mikaela entendió una cosa, no debía dejarse ver por aquellos que consideraba sus presas, condenándose a vagar solo por aquel solitario y espeso arbolada.
Pero ahora tenía a su querido Yuichiro, el niño al cual había estado observando desde hace tanto tiempo, atraído por su dulce fragancia, observándolo cada día desde la oscuridad del bosque.
Yuichiro se estremeció nervioso al sentir como delicadamente el muchacho que se encontraba encima de él, acariciaba con suavidad su cuello hasta sentir pronto algo húmedo tocarlo, ahí fue cuando intento alejarlo
-¡¿QUÉ HACES?!- hablo un tanto exaltado el pequeño de la capa color vino.
El rubio no contesto, después de tanto sentir su fragancia no había podido evitar las enormes ganas de probarlo, dulce, todo en su pequeño era dulce, no dejo que el menor se moviese y continuo saboreando la suave y blanca piel del jovencito.
Era extraño, era verdaderamente extraño, el desconocido hacia cosas que el joven de ojos verdes intuía no eran correctas, ¿un pervertido? Pronto aquella teoría fue confirmada en el momento que sintió como aquellas suaves lamidas sobre su cuello eran acompañadas con suaves caricias sobre su ropa en su cintura. Por supuesto Yuichiro no se dejó hacer pasivamente, empezó a luchar cuando sintió dos manos traviesas tratando de quitarle sus prendas.
-¡Detente pervertido!- le grito molesto tratando de patalear pero fue rápidamente inmovilizado por el mayor.
-Yuu-chan, finalmente te tengo aquí conmigo- sus ojos amenazadores intimidaron al menor, pero Yuu solo tenía dos preguntas en su cabeza ¿Quién era este tipo y que es lo que quería?
Mika observo los ojos del menor, sus ojos reflejaban lo contrario a lo que deseaba
-sé que ahora debes estar un poco asustado, pero no te preocupes, pronto te acostumbraras- el rubio suavizo su voz mientras le sonreía
-¡déjame ir, tengo algo importante que hacer!- Yuichiro tenía miedo, estaba terrado sin duda, pero lo que más le daba miedo era el pensar que dejaría desamparada a su amiga, por culpa de un extraño
Mikaela lo observo curioso, sabia porque estaba allí, había escuchado su conversación los últimos días, lo preocupado que estaba, Mika volvió a molestarse, ¿Por qué pensaba en alguien más si lo tenía a él?
-¿algo importante? Si es por aquella chica, olvídate de ella, ahora estarás conmigo siempre-
-¡NO! ¡YO DEBO LLEVAR ESA PLANTA A AKANE O ELLA SE PONDRA PEOR!- El menor grito nuevamente en un desesperado intento por soltarse, estaba perdiendo tiempo, y ahora más –por favor, deja de interponerte en mi camino- el menor apretó las manos del joven rubio buscando un descuido de este para poder soltase
-veo que Yuu-chan es muy amable, y no estará tranquilo hasta que tenga esto- escondido entre su propia ropa, Mika saco una pequeña florecilla, mostrándosela al joven de pelo negro
-¡Eso es!- no pudo evitar detener su forcejeo ante la sorpresa – ¡donde lo conseguiste, dámelo!- eso era lo que tanto había estado buscando, que dolor de cabeza y ahora ese rubio pervertido lo tenia
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Caperucita ingenua y el lobo enamorado [MIKAYUU]
Romance( AU MikaYuu shota 18 ) Yuu se interna al bosque para poder conseguir una planta medicinal para su hermana, pero al hacerlo se topa con un problema Mika, un joven, ¿el lobo del bosque? lo proclama como suyo y lo obliga a volverse su esposa ¿Yuu podr...