El timbre sonaba indicando el final de las clases y por suerte, tanto para alumnos como para profesores el principio del fin de semana que habían estado deseando durante todas las largas horas.
-¡Vamos, Thomas!¿Como puedes ser tan lento?¿No quieres irte para casa? ¡Apura! Todo el mundo se ha ido ya ... - Protestaba un niño de diez años de pelo marrón y ojos también marrones en los que la alegría era evidente ¿y quién no está alegre un viernes después de acabar las clases?
-Ya voy, ya voy ... No me metas prisa, Dylan, sabes que así tardaré más. - Contestó su amigo quien tenía un pelo marrón clarito tirando a rubio y ojos de un marrón oscuro.
-Ugh! ¿Te queda mucho?
-¡Dylan!
-Lo siento...
-Hoy vienes a dormir a mi casa¿no?- Preguntó Dylan, aunque no era realmente una pregunta porque ya sabía la respuesta.
-¡Claro!
En cuanto Thomas acabó de recoger, que dio suficiente tiempo para unas cuantas quejas por parte de su amigo, los dos se dirigieron a casa de Dylan bromeando durante todo el camino. La casa no estaba muy lejos aproximadamente quince minutos caminando a una velocidad normal, no les llevó más de veinte lo cual es poco considerando que se paraban cada dos por tres.
-¡Thomy, el último que llegue a la casa es un huevo podrido! 1,2 .....3 - Grito Dylan, quien empezó a correr antes de decir el último número lo que causó que su amigo no pudiese reaccionar a tiempo y saliese más tarde.
Obviamente Dylan ganó con gran diferencia, siempre había sido el más rápido de los dos y el salir antes fue una "pequeña" ayuda...
-¡Dylan, eres un tramposo!.- Gritó Thomas que se encontraba a unos metros de distancia. -¡Si no hubieras corrido antes de tiempo esta vez te habría ganado!- Dijo Thomas orgulloso.
-Ja, eso no te lo crees ni tu!
Nada más entrar en la casa fueron recibidos por la madre de Dylan, Lisa, que tenía una cálida sonrisa en su rostro y un bonito delantal de cocina de color celeste puesto, lo que indicaba que después de la cena habría un delicioso postre tal vez un bizcocho o puede que unas magdalenas; eso no lo sabrían hasta acabar de cenar pues la madre de Dylan le gustaba que el postre fuese una sorpresa, una deliciosa sorpresa.
Tras la bienvenida los niños subieron a la habitación de Dylan a jugar al Mario Kart en la Wii hasta la hora de la cena, solamente pararon cuando llegó el padre de Dylan de trabajar, quien los fue a saludar, y cuando alguno de los dos tenía que ir al baño.
A la hora de cenar todos se reunieron en la mesa de la cocina y hablaban de cómo les fue el día a cada uno. El padre de Dylan, Nigel, trabajaba de albañil y contaba como ya casi acabara la obra en la que estaba trabajando. La madre es profesora de infantil y solo da clase por las mañanas , a diferencia de Dylan y Thomas que también tienen clases por la tarde, lo que le permite tener tiempo para hacer postres de vez en cuando (el de ese día seguía siendo sorpresa).Ella contaba algunas cosas que le ocurrieran con los niños y que resultaban graciosas a la vez que enternecedoras. Y los niños simplemente se quejaban de lo aburridas que habían sido las clases y discutían sobre quién era el más rápido, el más alto, el mejor en videojuegos, etc.
Mientras discutían la madre de Dylan fue a por el postre que resultó ser un bizcocho de dos colores (mitad de chocolate y mitad normal), postres como ese les hacía preguntarse porque era profesora y no pastelera, pero la duda se resolvía en cuanto la mirabas rodeada de niños pequeños a los que atendía con una paciencia y delicadeza digna de admirar.
Al acabar de cenar hicieron una carrera hasta la habitación, sin un vencedor claro debido a que ambos hacían trampas en el que predominaban argumentos como: < Habría llegado antes si no me hubieras empujado> o <Fue porque me hiciste la zancadilla>.Esto continuó hasta que aburrido de discutir Dylan propuso jugar a imaginarse que vivían una aventura. Empezaron con piratas siendo Thomas el capitán Barba Amarilla, porque le encantaban los piratas, y Dylan el héroe:
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Aventuras en Ethis
FantasiDylan es un chico normal de dieciséis años, que va a un instituto normal, con profesores y compañeros normales. No es un secreto que Dylan deseaba una vida menos normal y llena de aventuras, lo que él no sabes es que su deseo se cumplirá y que las a...