En Tiempos De Guerra

Capítulo 10

-Sam?- me había quedado en silencio, tratando de procesar sus palabras

-Estas bromeando verdad? si lo estas haciendo, déjame decirte que no es chistoso

-Qué?- lucía desconcertado- No claro que no estoy bromeando, porque lo haría?

- La última vez que escuché esas palabras, no fue si no para recibir burlas

-Yo estoy hablando muy en serio Samira - hubo un silencio incómodo por un rato -Quien se burlo de ti?-otro silencio, mientas me debatía en si quería contárselo o no

- Se llama James, es un amigo de Lucas, a mi me gustaba mucho, era una estúpida ilusión de niña tonta- sonreí amargamente-el se enteró por medio de Lucas entonces me convertí en su nuevo pasatiempo favorito

-Como?

-Al principio fingió que yo también le gustaba pero todo era parte de la burla, se burlaba constantemente de mi, cuando pasaba me tiraba objetos y se reía con sus amigos en mi cara

-Y Lucas no hacía nada para defenderte?

-No el participaba de algunas de sus burlas

-No puedo creerlo- su ceño estaba realmente fruncido- que clase de...- detuvo sus palabras y respiro hondo- yo te estoy hablando muy en serio Samira, no jugaría con algo así y mucho menos me burlaría de ti- mis mejillas se tornaron de color rojo pero no pude decir nada

Hubo un silencio incómodo por vario rato hasta que Kilian habló de nuevo

-Puedo entender que yo no te guste a ti- me dijo mientras jugueteaba con sus manos- no estas obligada a sentir lo mismo

-No- lo interrumpí de repente sobresaltandolo

-No que?- me miro con esos tan bonitos ojos suyos cargados de confusión

-No... Yo... - no paraba de balbucear como una tonta - No es lo que piensas

-No te estoy entendiendo Sam

-Yo tampoco, quiero decir, que también me gustas - lo último lo dije con un hilo de voz

-De verdad?

-Pues si

-Si que?

-Kilian!! - le di un empujón que lo hizo soltar una carcajada

-Quería volver a escucharlo

-Es vergonzoso

-Osea, te avergüenzas de que te guste?- me dijo muy serio

-Que? No no no- y soltó otra carcajada - hoy andas muy chistosito Kimmich

-Bueno eso es porque estoy feliz

-Y tanta felicidad a que se debe?

- Se debe a que la chicha que me gusta me dijo que yo también le gusto, no crees que es un gran motivo para estar feliz?- me sonroje aún más de lo que estába

De repente se escuchó un estruendo y seguidamente el grito del señor Kimmich, Kilian y yo nos pusimos de pie y corrimos hacia donde provenía el grito, al parecer todos tuvimos la misma reacción puesto que al llegar a la cocina estábamos todos ahí con la misma cara de susto, hasta Miau había llegado a ver lo que pasaba

-Francisco que ha pasado?- La primera en reaccionar al ver a su esposo con la pierna atrapada por una caja bastante pesada de metal que contenía ciertos alimentos y gritando como un demente, fue la señora Kimmich

-Que me cayó la caja encima mujer-dijo con la voz torturada por el dolor- y creo que me rompí la pierna

-Lucas, Kilian ayúdenme a levantar la caja- los llamo papá

Cuando levantaron la caja la visión fue algo horroroso, tenía la pierna realmente torcida con su tobillo sobresaliendo en exceso, cerré los ojos ya que no soportaba ese tipo de visiones

-Tenemos que hacer algo- dijo Kilian desesperado- No existe la posibilidad de que algún medico pueda venir a ayudar a papá?- todos miramos a mi padre en busca de una respuesta

-Podría llamar a Febe, su hermano es médico, el problema es que de venir sería hasta mañana

-Kilian hijo, tu no puedes hacer nada?

- Me da miedo ponerlo peor, no se lo suficiente, sabes que apenas pude asistir a la universidad un mes

-Universidad?- dije sin pensar

- Si cariño, a Kilian le dieron la oportunidad de asistir a la universidad en la carrera de medicina a su edad por su increíble inteligencia, lo adelantaron unos años porque su capacidad era muy superior para estar en el mismo grado de los de su edad- me dijo la señora Kimmich con orgullo

-Mamá- le reprocho Kilian- eso no es importante ahora

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Como nos dijo papá, el hermano de Febe pudo llegar hasta el día siguiente, lo que causó que un delirante señor Kimmich gritara toda la noche de dolor y ninguno de nosotros pudiéra dormir por la angustia y por sus gritos.

Efectivamente tenía el tobillo quebrado y le habían puesto un sedante para que aliviara su dolor pero la cara de Abraham decía algo más algo que le era difícil expresar, volvió a ver a Febe con la angustia reflejada en su rostro y esta asintió con la cabeza para darle ánimos aunque su rostro también reflejaba la misma angustia

-Doctor nos puede decir que pasa?- le dijo mamá al ver su evidente preocupación

-Me es muy difícil tener que decirles que lamentablemente tendré que amputarle el pie al señor Francisco