Solo mío.

4. "Empecemos"

Cuando me desperté hice la rutina de siempre, cosas largas que tampoco te interesan mucho, así que pasemos a la acción.

Me dirigí al Instituto, como siempre, todo normal, lo que esta vez, antes de entrar, fui al supermercado y compré un gran paquete de chicles. Para qué, te preguntarás, ¿no? Pues ya lo verás.

Nada más entrar al Instituto, me encuentro a Kat.

-Buenos días, bebé- me saludó.
-Dejame en paz, falsa- Se quedó un tanto confusa al ver mi reacción, supuestamente venía de nuevas.
-Joder, que pesada eres, te he dicho que tengo que actuar delante de mis amigas.

Pasaba de contestar, así que seguí por mi camino para terminar de planear el plan (valga la redundancia).

Me encaminé hacia la clase de Katherin y en el asiento de su pupitre puse Superglue, para que cuando terminase la clase no pudiese levantarse. ¿Los chicles? Obviamente; voy a decir que es mi cumpleaños y llevaría chicles para los de todas las clases. ¿Sigues sin entender? Pues ahora lo entenderás.

Una vez todo el mundo entra a clases, distraigo a Kat para "pedirle disculpas" por mi comportamiento de por la mañana (no de verdad, obvio).

-No pasa nada, Anna, cosas que pasan.
-Bueno, una cosa te quería decir -la agarré del brazo porque se disponía a marcharse-, hoy es mi cumpleaños y me gustaría que repartieses los chicles por tu clase.
-¡Claro! -sonrió- Con tal de ayudar.
-Gracias -le di unos cuantos-, guardalos en tu taquilla para que los des al final de la clase. Si no son suficientes, me mandas un mensaje, que yo te traigo más.
-De acuerdo.

Me fijé por la rendija de la puerta de su aula para que contase los chicles y si diera cuenta de que no habían suficientes, y lo hizo. Mi plan empieza a ir bien. Como era predecible, después de sentarse me mandó un mensaje:

Kat: Tía, faltan 4 chicles.
Anna: Mierda... Al final de la clase te los doy, pero quiero que sea una sorpresa así que no te levantes del asiento ni nada.
Kat: ¿Y si me preguntan?
Anna: Yo que se, inventate algo.
Kat: Valee, chauu.

Estaba súper feliz, todo iba según lo planeado. Al terminar la clase fui hacia su aula con la esperanza de que "mi amiga" no hubiese intentado levantarse, y no lo hizo.