Un ángel

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¿Qué es el amor? ¿Que significa un te amo? ¿Cómo se siente el primer beso? me he estado cuestionando esto mismo demasiadas veces esta semana.
Camino rapidamente por la acera sin mirar realmente a ningún lado cuando choco con alguien.
- Huy, disculpa- al tiempo en que cierro los ojos por el dolor
- descuida, fue mi culpa- escucho decir con una voz profunda.
Abro los ojos y me encuentro con los ojos más bellos que vi en mi vida, ojos semejantes al cielo azul, mas puros que el diamante, llenos de bondad, e inocencia, nunca en mi vida vi tales ojos ( siempre tuve una obsesion por los ojos, desde que leí los ojos de mi princesa, donde el protagonista identifica al amor de su vida por sus ojos, unos ojos verde azulado. Personalmente a mi me gustan más los azules)
Su piel era clara y sus labios delgados, sus cejas pobladas y su mandíbula fuerte, su cabello era obscuro y ligeramente corto, peinado totalmente hacia atraz, era quizás diez centimetros más alto que yo, delgado y vestia casi totalmente de blanco, era bellísimo. Me doy cuenta que lo estoy viendo demasiado y no he dicho nada.
-No, fue culpa mia, no veia por donde iba- dije sintiendome cada vez más sonrojada, Dios, era guapísimo
- En tal caso, es culpa de ambos, yo tampoco veia por donde iba, de hecho nunca lo hago. - no puedo evitar sonreir como una lunatica, es tan amable
- chico distraido- digo con una sonrisa, tonta, ¿es lo mejor que pudiste decir?
- chico imposiblilitado
No entiendo lo que dice, pero sonrio de culaquier forma. Y trato de decir algo, lo que sea.
- Dana, pero puedes llamarme Dani, todos lo hacen - vaya genio
-Gabriel, pero, bueno, supongo que puedes llamarme Gabe- dice con una sonrisa amable.
Sus hermosos ojos azules miran al frente, por un instante creo que me ven a mi pero, algo parece extraño, esos bellísimos ojos azules parecen perdidos. Quizás en realidad es muy distraido
- ¿Vienes muy seguido por aqui?- le pregunto algo dudosa, que poca creatividad
- jeje, no, no vengo muy seguido por aqui, se supone que voy a una clase de vals, para la boda de mi hermana, y creo que me perdí.
No puedo dejar de verlo, nunca me vieron tan hermosos ojos, ok, controlate
- yo también voy a una clase de vals, para los quince años de mi prima, seré dama y falte a los ensayos, se supone que la encuentre allá, quizás es en el mismo lugar ¿te sabés la dirección?- pregunto algo nerviosa, no suelo interactuar mucho con muchachos
- si, calle libertad #485, me dijeron que era frente al teatro suarez - me dice cerrando los ojos y frotandose la nuca mientras sonrie, hay es tan lindo, ok, ok, no lo arruines
- ¿en serio? Que bien, es en el mismo lugar, no esta muy lejos podemos ir juntos - le digo sonriendo, no me lo puedo creer que suerte tengo
- ¿De verdad? Es grandioso, espero que no te importe, soy algo lento - hay, me muero de ternura, es grandioso, ok, ok, no te emosiones, tranquila.
- Descuida, ¿nunca antes has bailado vals?- le digo, que pregunta, por algo esta tomando clases.
- No, nunca, además soy pésimo bailando, tengo dos pies izquierdos - me dice con una sinrisa timida y noto que vaja la mirada. Es tan lindo
- Yo también, soy terrible bailando, de hecho nunca lo he hecho pero se que soy mala - le digo un poco rápido, sinto como mi cara se torna roja
- ¿No se nos hace tarde? - claro, se nos hace muy tarde, y yo aquí hablando de tonterías
- Cierto, creo que tendremos que correr un poco - le digo algo avergonzada.
-Ok, sólo que me es un poco complicado, ¿te importa si te tomo del brazo y tu guías? - esto no podría ser mejor, me tomara del brazo, espera,  ¿por qué?, quizás se lastimó o algo así, no puedo evitar mirar sus piernas, pero parecen en perfecto estado.
- Por supuesto- le digo emosionada; me pongo a un costado suyo y coloco mi codo frente a su pecho como lo hacen los caballeros para invitar a una dama. Pero el sigue mirando al frente, y extiende su mano en el aire como buscando algo
- Gracias, ¿podrías acercarte?- me dice con una sonrisa un tanto apenada, el no puede verme, Dios mío, él no puede verme; él, hay por Dios, cómo pude ser tan tonta, debe pensar que soy una desconciderada insensible, si seré
-Oh, lo siento, lo siento, no me di cuenta...jeje,ok, vamos - digo acercando mi brazo a su mano permitiendo que se aferre a él, me siento tan estúpida.
-No te diste cuenta que soy ciego, no te angusties, de hecho es un alago - dice con un tono alegre y un tanto sarcastico. Ay soy tan torpe
-En verdad no lo pareces, y tienes unos ojos tan bonitos que no pensé que...- digo apenada, vaya forma de undirme a mi misma.
- así que tengo ojos bonitos - dice divertido, estoy muriendome de vergüenza.
- Jejeje, yo...bueno...si, son muy hermosos - grandioso,no se me podía ocurrir nada mejor para decir, es una suerte que no puede ver lo sonrojada que estoy, me siento un gigantesco tomate.
Comenzamos a caminar y después de unos segundos él dice:
- Y tú tienes una hermosa voz - y en su rostro se forma una sonrisa mientras saca una especie de vara expandible se un costado de su cinturón, ¿siempre estuvo allí?
- ¿En serió?- le respondo algo incredula y sumamente nerviosa, cada vez me siento más como el color se me sube al rostro.
-Si, en realidad es una de las voces más hermosas que he escuchado, es suave, dulce, amable y jovial, tan alegre que te llena de vida, compasiva y una tanto fragil, pero eso la hace aún mas bella. - ¿en verdad puede ver  todo eso de mi voz? Aunque claro, ver es un decir, apuesto que si me viera no pensaría lo mismo
- Gracias, nunca nadie me dijo nada igual...y tú, tú tienes unos ojos bellísimos, de un azul claro inigualable, tan dulces, tan puros llenos de compasión e ternura- veo como se le forma una sonrisa torcida un tanto provocadora y siento como mis mejillas se calientan
- ¿Así que te gustan mis ojos?, es una suerte que sean tan buenos atrayendo chicas porque para ver no son muy utiles - dice con una sonrisa, parte de mi piensa que esta burlandoce pero también encuentro un poco de amargura en su voz y guardo silencio, sólo sintiendo su firme agarre en mi brazo.
- Y dime ¿sabes cantar?- dice con una sonrisa un tanto presuntuosa
-No soy muy buena ¿y tú?- le pregunto algo nerviosa
- Amo la música, dice tanto en tan poco, es capaz de hacerte sentir, vibrar, ver- no puedo evitar preguntar:
-¿Ver?- el responde como si nada:
-Creo que cada canción posee un color diferente, calido o frio, es como el mundo, como las personas. - veo fijamente sus ojos inertes y sus pestañas largas, parte de mí es incapaz de entenderlo, y me pregunto ¿Cómo fue que me encontre con alguien tan especial?
- ¿y cual es mi color? - le pregunto alegremente, como un niño que pregunta si papanoel existe
-Tú eres algo inusual, tu color es...apuesto que te gustaría saberlo, deberas esperar - dice presuntuosamente.
Sus pupilas se encienden ante la luz de sol, su cuerpo erguido con una mirada eterna al horizonte sólo me hacen una espectadora de su aura de ilusión y seguridad, y así vestido de blanco con la luz parece que resplandece, es un ángel, una ángel incapaz de ver todos los desperfectos en mi ser, en faz, incapaz de comprender lo ordinario de presencia y ahora este maravilloso ángel se aferra con fuerza a mi brazo y confia en mi sus pasos.
- ¿Qué debo esperar?- le pregunto haciendo un puchero que se que no puede ver
- Que te vea- me dice con una seguridad que me estremese y me confunde y antes de que pueda decir algo coherente el me pide:
- ¿Cantarías para mi?- bajo de mi nube y me encuentro contra la pared, amo cantar, amo la música, canto todo el tiempo en casa pero sólo para mi, nisiquiera creo ser buena, y él espera que cante
- No soy muy buena - le digo a tono de disculpa y caigo en cuenta que estamos a unos pasos del edificio donde se supone esta la academia
- Ya casi llegamos- le digo sin darle tiempo a opinar y lo llevo con cuidado a las escaleras de entrada del edificio, son apenas cinco escalones y despues de la advertencia el los sube como si nada, por primera vez desde que lo conocí pienso en los problemas que debe enfrentar día a día, cruzar la calle, comprar algo, subir escaleras, ¿cómo puede vivir su vida cada día?, ¿cómo puede mantener esa sonrisa? Tomamos el acensor y vamos muy apretados hasta el piso siete, todo el mundo guarda silencio, como fingiendo que no hay nadie más y entre ellos Gabriel se ve cómo un muchacho más, sin ningun impedimento, sin ningun problema ademas de su preocupación por las personas, como si temiera lastimar a alguien si se mueve demasiado. Al salir, aún estamos en silencio y veo en el reloj del muro que llegamos poco mas de media hora tarde y la música de una vals suave nos da la bienvenida a una sala llena de parejas de todos los colores y tamaños unidos al son de una lenta melodía.

Hola! Espero que te este gustando, en verdad, gracias por tomarte el tiempo de leer estas palabras, te agradecería profundamente tus opiniones y concejos, te estare esperando ;)

El Color Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora