MADRID. Parte 3

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Magic.
Así se llamaba la tienda, y tiene todas sus razones. Estaba mirando unas blusas bastante monas en unas perchas alejadas de la puerta cuando vi una manada de chicas correr por la calle. ¿Qué estaba pasando?.
-Pss.
Mire a mi alrededor, todavía estaba mirando a esa gente, estaban como locas, mirando a todas partes, como si estuvieran buscando algo, a alguien...
-Pss. Eh, tú rubia, si tú. Porfa ayúdame a salir sin que me vean. - Dijo susurrando un chico que estaba... ¿Entre donde colgaban las blusas?
- Por favor, si me pillan no voy a salir vivo...
-¿Por qué hablas en susurro?. - Dije imitándole en voz bastante bajita.
Me miró con extrañeza y acto seguida se rió.
- Digamos que esto es un escondite y esas chicas no pueden verme, esto se me ha ido de las manos.
- ¿Enserio? Pues que movida. -Dije sin darle importancia mientras miraba las demás blusas. Cogí una con el fin de pagarla...
- Esa es bastante bonita, pero yo me la cogería en negra. -Dijo con un tono todavía más bajito.
- Tienes razón chico del escondite, es más mona la blanca. - Le guiñé un ojo.
Me dedicó una bonita y blanca sonrisa y poco a poco fue saliendo de la ropa, entonces
pude mirarle bien. Era bastante mono, para que mentir, esos ojos marrón chocolate y ese pelo marrón clarito que acababa en un peculiar, pero bonito tupé y una sonrisa que dibujaba otra en ti. Se colocó frente a mí y me miró de arriba a abajo.
- Hola, me llamo...
-CAMEROOOOOOOON. -Gritó una chica entrando corriendo por la puerta, seguida de otras 70 adolescentes hormonadas, arroyando todo a su paso.
-Corre. - Me dijo tocando el brazo. - CORREEEEEEE!!!!- Gritó tirando de mi brazo y llevándome con él.
- Por aquí, la salida de emergencia.- Señalé nerviosa.
¿Qué haces Kate? Qué demonios haces, y si te hace daño. No. No puede ser, solo es un chico... ¿Famoso? No le había visto en mi vida, en ninguna revista, ni en la tele... ¿Por qué le perseguían todas esas fieras?
Salimos por la puerta de atrás y seguimos corriendo por un largo callejón. Joder no estaba acostumbrada a correr y mi respiración ya me pesaba. Poco a poco fuimos aminorando el paso, hasta quedar quietos uno frente al otro.
- Uff, menos mal. Gracias por salvarme rubia, me hubieran devorado cual zombies en The Walking Dead.
- Uno, me he llevado la blusa sin pagarla. Dos, no hay de qué. Tres, ¿por qué todo el mundo se empeña en que soy rubia?
- Es que eres rubia, oscura pero rubia...
- De todas formas, ¿Quién eres tú? Y, ¿por qué todas esas chicas estaban ansiosas por alcanzarte? ¿Eres famoso o algo así?
- ¿Y por qué tantas preguntas?, pareces uno de esos paparazzis de programas para marujas jajaja, aprovechando que ahora que estamos en tranquilidad, me presento. Me llamo Cameron. Cameron Dallas. -El chico sonrió a la vez que me acercaba la mano para que la estrechara. Le mire indecisa, primero a su mano y luego a él.
- Eiii rubia, que no muerdo.
Le miré de nuevo, esta vez a los ojos. Pude ver cómo me sonreía y no pude evitarlo, una leve sonrisa se dibujó en mi boca.
- Encantada Cameron, yo soy Katherine Rodrígez y... No soy rubia.- La sonrisa pasó mueca y con ella me decidí a apretar la mano del muchacho. Él vería, si tenía intenciones de hacerme algo, su descendencia se iría al garete.
- Bueno Señorita Kate, si no la importa la invito a que venga conmigo a tomar lo que quiera. Yo invito ya que me has salvado ...
- Llámame Katherine y, ¿quien eres Cameron Dallas? Quiero decir; un grupo enorme de chicas no empieza a perseguir a un chico porque sea atractivo, no atractivo, que eres atractivo y guapo pero... ¡¡¡Aiiii en resumen!!!, a la gente normal no se la persigue así porque sí...
Vi como la sonrisa de Cameron se transformaba en risa, seguro que era al verme ponerme así de nerviosa pero... ¿Y por qué nerviosa?
- Jajaja, esas chicas que me perseguían eran fans mías, fans de MAGCON.
-¿MAGCON?, ¿eres cantante o algo así?
- Jajaja no Kate. Déjame invitarte a un batido y te lo cuento.
No sabía que quería este chico, si algo he aprendido en el pasado es no fiarme de desconocidos y puede que os parezca una tontería, pero solo por eso puedes jugarte la vida. En fin, no sé por qué, no sé por qué motivo le dije que sí y me fui con él.
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Creo que es un poquito más largo que la parte anterior, pero estoy trabajando en la última y cuarta parte (de Madrid) que será todavía más larga que esta. En esta parte los protas se conocen y en el siguiente... Puede que haya más salseo Jajajaja. Porfiii me haríais muy feliz si comentaseis y votaseis, ya que vería que la novela gusta y seguiría escribiendo, a parte de que podría mejorarla a partir de vuestros comentarios. ¡¡Gracias por todo y feliz lectura!!

Y FUE CASUALIDAD... (CAMERON DALLAS).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora