Capítulo 1.

134 2 0
                                    

Abrí mis ojos con gran pesadez en ellos y bostecé como si hubiera dormido durante días.

¿Dónde estoy? Demonios, estoy muerta.

Toqué mi rostro buscando una señal de cicatriz. Mis ojos se abrieron al ver el color de mi cabello. ¡Yo no soy rubia! Bajé mis manos hasta mis pechos. ¡Yo no era muy dotada de atributos! ¡Y mis piernas! Oh, joder. ¡Yo no mido un metro ochenta! ¿Qué me pasa?

De repente, recordé el accidente, el hospital, mi herida, Kyle. ¡Kyle! ¿Dónde está Kyle? Un momento. ¿Dónde estoy yo? No es mi departamento. Todo aquí es muy rosa y demasiado lujoso.

—¡Effie, el desayuno está listo!—escuché que gritaban desde lo que parecía un piso más abajo.

¿Effie? ¿Quién mierda es Effie?

Me levanté de un salto de la enorme cama hasta llegar entre tropiezos al gran espejo que se encontraba en la esquina de esta enorme habitación.

No me sorprendí por lo que vi. Era todavía yo. La misma chica morena con ojos cafés y cabello negro, pero sin ningún rastro del accidente.

Examiné con detenimiento cada centímetro de mi cuerpo hasta que una mujer rubia con su rostro muy maquillado y vestida muy elegante me interrumpió con una sonrisa ridículamente alegre.

—¡Effie, te estamos esperando!—se acercó a mí y me jaló de la muñeca camino abajo.

—¿Effie?—pregunté confusa.—¿Quién es usted, señora? ¡Suélteme!

La mujer me miró con una sonrisa burlona y me sentó bruscamente en una silla frente a la mesa.

—¿Qué es todo esto?—rió por lo bajo con una mano en su boca.—¿Estás ensayando para una obra escolar, hija?

¿HIJA? ¿De qué demonios habla esta señora? Esto es un sueño, un sueño muy malo que está en mi mente mientras mi verdadero yo se encuentra en el hospital en coma.

—Buenos días, cacahuete—y de la nada, apareció un hombre vestido elegantemente con su cortaba y traje negro.—¿Has dormido bien, hija?

Tragué saliva y me quedé inmóvil. ¿Qué hago? ¿Sigo la corriente al sueño? Quizá así despierte.

Sonreí falsamente y asentí metiéndome la cuchara de cereal en la boca.

El hombre me regresó la sonrisa y me guiñó un ojo para después ir donde "mi madre" y plantarle un beso casto en sus labios.

Ew, incómodo.

—Querido, mira las noticias—le dijo la mujer a su marido con congoja en su rostro.—Una chica murió ayer por la noche en un accidente de tránsito. Alza el volumen, ¿quieres, Effie?

Me atraganté con el cereal al ver las imágenes que aparecieron en el televisor. ¡Esa soy yo!

—¡Pero si yo no morí!—grité sin poder detenerme.

Ambos me miraron con el ceño fruncido y la boca entreabierta.

Disimulé mi estúpida reacción e hice caso a la mujer que se hacía llamar "mi madre" y alcé el volumen para poder escuchar claramente las declaraciones de la reportera.

—Los trágicos sucesos se dieron al salir del popular bar para jóvenes «Sleepless», a media noche. La fallecida Faith Grayson era la copiloto de lo que parecía ser su amiga la cual se encontraba bajo las influencias del alcohol al estar conduciendo el auto que según sus padres testificaron no se lo habían prestado. La actualmente herida Brook Stevens se encuentra internada en Saint Francis Memorial Hospital, en el cual permanecerá algunos días hasta que proceda a su total recuperación. Varios estudiantes de la preparatoria Downtown High School se reunieron para hacer tributo a su reciente fallecida compañera, afirmando que la extrañarán y atesorarán siempre como la gran persona que era. Yo soy Pamela Diaz, y gracias por vernos. Vamos contigo, Jonatan.

Second Life. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora