Mala sombra del espanto
cruza por el terraplén.
Vaqueros de lejanía
la acompañan en tropel;
la encobijan y la borran
pajas del anochecer.
Florentino taciturno
coge el banco de través.
Puntero en la soledad
que enlutan llamas de ayer
parece que va soñando
con la sabana en la sien.
En un verso largo y hondo
se le estira el tono fiel:
Sabana, sabana, tierra
que hace sudar y querer,
parada con tanto rumbo,
con agua y muerta de sed,
una con mi alma en lo sola,
una con Dios en la fe;
sobre tu pecho desnudo
yo me paro a responder:
sepa el cantador sombrío
que yo cumplo con mi ley
y como canté con todos
tengo que cantar con él.
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FLORENTINO Y EL DIABLO
Fantasyusted es vela caída, yo altivo son de la mar. Ceniza será su voz, rescoldo de muerto afán sed será su última huella náufraga en el arenal, humo serán sus caminos, piedra sus sueños serán, carbón será su recuerdo, lo negro en la eternidá, p...