Impulsos

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TC: Ben

Un ligero sentimiento de amor.

*Al estar la comida servida, agarré la cuchara con nervios, inserté una cucharada a mí boca sin observar la comida, en ese entonces mí cara se tonó de un color verde, mí boca hizo lo posible por devolver dicha cucharada, pero para no menospreciar la comida, me la tragé, esperé un extenso rato a que terminarán de comer, fingiendo insertarme cucharadas, y masticar, en ese entonces la chica terminaba de comer, dirigió su plato y lo dejó en el lavadero, entonces subió nuevamente a el piso superior de la casa, al instante dirigí mí palabra amablemente hacía mí amigo.

-¿¡Quién diablos es ella?! [Exclamé con total "amabilidad"]

-Es Mery, mí hermana. ¿No te la había presentado? [Dijo algo curioso]

-Sí me la hubieras presentado antes ya estaría casado con ella, Hehehe. [Dije con un tono burlón]

-Hahaha, no. Claro que no, [Dijo el con un tono de burla al iniciar, pero termino fríamente]

-Oh, vamos. ¿Quién no querría estar junto a alguien como yo? [Dije de forma orgullosa]

*En ese entonces un fuerte estruendo aturdió la casa, las cosas más livianas se balanceaban de un lugar a otro, claro sin daño alguno, me refugié junto a mí amigo en un marco de puerta, claro encerrados en medio de un fuerte sismo, muy normal en esta ciudad, claro.

*Al acabar el  sismo, destapé mí cabeza la cual estaba cubriendo con mis brazos, y hablé ligeramente

-Yo mejor me iré a dormir... [Dije con un tono algo asustado]

*Me moví hacía la habitación de huéspedes, en la cual retiré mí chaqueta de mí torso, la cual la coloqué en la pata inferior izquierda de la cama, y me acosté en el suave y alto colchón, mientras me iba relajando movilicé mí mano a mí cinturón, así desamarrandolo y tirándolo al suelo suavemente, abrí mí boca, y solté un ligero bostezo, y cerré mis ojos. Entrando en un profundo sueño así,

*Fue entonces cuando a media noche sentí el rechinar de mí puerta, y sentí como se movía lentamente hacía la pared, empecé a sentir un ligero ataque de nervios a el escuchar unas suaves pisadas entrando a la habitación, fue así como las pisadas se detuvieron al lado de mí cama, donde me quedé en total silencio algo preocupado, sentí algo suave, redondo. Cómo la forma de un seno aplastándose en mí torso, y un dulce y tierno murmullo sonar al costado de mí oído, una mano pasaba por mí torso, insertándose en mí pantalón, y llegando a tal punto que manoseaba mí zona reproductiva, por lo cual me alteré retorcidamente.

QueenOff3r

Días de BenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora