¿Que ocurre cuando derrotas al mayor enemigo de los portadores de miraculous?
Después de su derrota, Adrian y Marinette comienzan a salir y obviamente tener sus relaciones.
Pero, sí se emaban... ¿por que ella se fue?,¿por que él ya no la ama?
¿que l...
Me quedé fija en él, no cabía duda de lo que haría. Yo lo amaba con todo mi ser y tomar este paso no sería un error, ambos éramos adultos consientes de nuestros actos...
Ese día, el 23 de noviembre. Le entregue todo de mi y él sólo lo despilfarro en una sola palabra...
-Marinette... Yo...-
Desperte algo asustada, la aeromosa me interrumpió en cuanto aterrizó el avión. Después de agradecer y tomar a mi hija en brazos descendí del avión; ya en el aeropuerto busque con la mirada la salida, me sobresalte en cuanto unas manos se posaron en mi hombro. Soy yo o todos se propusieron a asustarme el día de hoy, dije por lo bajó.
-por lo visto así es- dijo aquella voz que reconocí al instante.
-¡Natalie!, que sorpresa- dije alegre.
Ella, la asistente de mi superior había cambiado con los años, ahora sonrie más que antes; fue quien me apoyo para poder irme de paris. Alejarme de ese mundo.
-¿Sorpresa?, sólo la mia al ver a esa preciosidad en tus brazos- dijo señalando a mi bebé - aún más adorable con ese trajecito-
Mi pequeña vestía un enterizo de motas oscuras y tela negra, similar al de ladybug.
-Sí, lo mismo pensé- ambas reímos ante mi comentario.
-Pues, vamos llendo que él quiere ver a su socia favorita-
-Tanto cariño me ha tenido-
-Pues claro, le has dado una buena sorpresa el día que anunciaste que te ibas, poco más y le da un infarto-
Reí.
-Sólo fue por negocios-
-Tus negocios no mencionan: "tendré un bebé", al final del contrato-
-Necesitaba irme-
A mi respuesta ella parecio preocuparse, sé que no era su intención así que añadí.
-Nadie pidió que te fueras, pudiste quedarte y hacerlo responsable-
Me interrumpió, ante su comentario quede en silencio, uno que me dejo ver mi entorno y darme cuenta que estaba frente aúna puerta abierta de la limosina, mis cosas ya estaban guardadas. Para no responder, pues no sabía como hacerlo, subí al "auto" acomodando a mi pequeña en mis brazos.
En cuanto Natalie entró a la limosina, está comenzó su andar.
Nos quedamos en silencio hasta que sus sollozos me alertaron.
-Natalie- susurre al verla llorar.
- Lo lamentó. Pero ha pasado mucho desde que te fuiste, el señor Agreste no ha sido el mismo, y aún peor él, él no ha sabido entender ni tomar decisiones. Que te hayas hido ha sido culpa de...-
-Natalie- la interrumpi.
Ella me miro asombrada, pense que fue mi tono de voz. La mire, como pude tome un pañuelo y se lo di para que seque sus lágrimas.
-Nadie tiene la culpa.-
-Él la tiene-
-No, ese fue mi error... Fueron mis decisiones lo que trajeron esto, y para serte sincera si ese hubiera sido un error...- gire mi mirada hacia ella, no a Natalie. - Fue el mejor error de mi vida, porque la tengo a ella- sonreí como boba mirando a mi pequeña.
-ella no tiene la culpa de nada, y si él la niega, tu superior la aceptará como lo que es... Estoy segura- dijo Natalie mirándome con ojos maternos.
- De eso mo estoy segura...-
Antes de darnos cuenta ya estabamos en la mansión Agreste, Stiff nos abrió la puesta y yo, junto a Natalie y mi hija, bajamos del auto entrando a la casona.
-Sera mejor que subas, pero sin esta pequeña... Sería mucha noticia para el- rio Natalie.
-Claro, ¿la cuidaras por mi?- pregunté.
-Con gusto-
Con cuidado pase a mi pequeña a los brazos de mi amiga, porque así la consideraba, la bebé sólo se acomodó en su nueva "cama".
-Que hermosa, igual a la mamá... Es una pena no haberla visto nacer.- dijo ella.
- Ahora la podrás ver crecer- dije caminando hacia la puerta del despacho.
La sostenia en.mis brazos, recién había despertado y llevaba una semana en ese hospital, sola; mis padres no estaba aquí, ni mis amigos, sólo tikki mirándome mientras secaba sus lágrimas. En mis brazos la razón de esas y las mias.
-Marinette, es hermosa... Se parece mucho a ti, pero sus ojos... Son iguales a los de él-
- Es hermosa... Hola, mi pequeña Emma- en ese momento me rompí y no pude dejar de llorar, verla en mis brazos después de 9 meses de espera, al fin estaba junto a mi, mirándome directamente con esos ojos esmeralda...- mi pequeño milagro- susurre besando su frente.
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Hola, gracias a cierta insistencia, que me puso alegre, (gracias), ahora les publicó el capítulo 2, pero el siguiente se publicará el miércoles.
