Un nuevo día comenzaba. Sigue sin gustarme el hecho de levantarme temprano, pero he de admitir que hoy me siento con más fuerzas al saber que veré al chico rubio en el instituto.
Tras terminar de desayunar abrí la puerta de salida, encontrándome con alguien inesperado.
—¿Len? ¿Cuánto tiempo llevas ahí?
Él deja la pared en la que estaba apoyado, incorporándose en sus dos piernas y mostrando una enorme sonrisa.
—No mucho. ¿Quieres que vayamos juntos al instituto?
—Claro.
Comenzamos a transitar la ciudad tranquilamente. Era temprano, no había prisa.
—Rin, sobre lo de ayer... —titubeó el chico, rascando torpemente su cabeza—. ¿Aún seguimos siendo solo compañeros de clase?
Miro sus facciones y se me escapa una benévola sonrisa. Él estaba buscando mi afirmación a la pregunta de si éramos "algo más".
—Está bien, te dejo elegir a ti la etiqueta —le ofrezco, cesando la caminata para profundizar más en el tema.
—Verás, Rin, yo tengo muy claro mi amor por ti, pero no sé si tú lo tienes tan claro. Ayer me dijiste que creías que te gustaba, pero... quiero que lo sientas de verdad, no que lo creas. Si necesitas más tiempo, tan solo pídemelo.
Me quedo algo asombrada ante su amabilidad. ¿Siempre había sido así? Siento como si todo lo bueno de su ser se hubiera multiplicado por mil. Su rostro lo adornaba una sonrisa sincera y esperaba ansioso mi respuesta.
—Estoy segura de que me gustas.
[ . . . ]
—¡Buenos días! —canturreaba la peliazul como de costumbre.
Ella, al vernos a mí y a Len tan apegados se nos quedó mirando como si una lupa gigante nos bordeara.
—No sé qué pasó entre vosotros, pero parece que habéis hecho las paces —concluye, orgullosa.
—De hecho- —agrega el rubio, pero inmediatamente se calla tras mi agarre.
—Las clases están a punto de empezar, vamos —excuso, tomando la mano de Len y empezando la trayectoria hacia nuestra aula.
—¿No quieres que Miku lo sepa? —me pregunta él con cuidado de que la mencionada no nos escuche.
—Sí, pero no ahora. Soltaría un grito que se escucharía en todo el instituto. Se lo diremos en otro momento.
Estuve todas las clases mirando al oji-turquesa. De vez en cuando, él giraba su cabeza para guiñarme un ojo o lanzarme una sonrisa. Yo me quedaba embobada viéndole. Me sentía tan rara... Estar enamorada no iba conmigo.
Tras terminar las clases fui a mi casa acompañada de Len y antes de entrar se despidió de mí con un beso en la mejilla.
[ . . . ]
Eran las siete de la tarde de ese mismo día. Me vestí de forma casual y vi aquel lazo blanco saludándome desde el cajón. Decidí ponérmelo de nuevo.
Le dije a mi hermana y a mis padres que iba a salir con mis amigas. Ellos no presentaron problema alguno. Me dirigí al parque, que es donde habíamos quedado. Al llegar ya estaban todos: Miku, IA, ONE y Len. Parece que fui la última.
—¡Llegas tarde! —bromeó Miku.
—No llegué tarde. Vosotras llegásteis muy temprano.
Tomé asiento al lado del rubio, quien sonrió al verme y se apegó más a mí.
—¿Alguien me puede recordar por qué hemos quedado tan tarde? Podríamos haber disfrutado de un sol espléndido hace un par de horas —se quejó la peli-naranja.
—Ya sabes que me molesta el sol, ONE —le respondo.
—Chica, ni que fueras una vampira.
Len se quedó de piedra ante tal comentario y yo reí con algo de nerviosismo.
—Se dice vampiresa —le reprochó su hermana, IA.
—¿Qué más da como se diga?
—En realidad, creo que las dos formas son correctas —se sumó la de dos coletas.
Las tres chicas se quedaron debatiendo sobre el tema mientras que Len y yo nos mirábamos como dos tortolitos. Pude llegar a notar cómo Miku nos observaba con los ojos entrecerrados cuando dejó la conversación.
—¿Qué pasa? —le pregunté.
—Vosotros dos estáis raros... Ayer no os dirigíais la palabra y hoy habéis estado todo el recreo juntos con una mirada como de... —Abrió los ojos—, ¡de enamorados! —exclamó—.
—¿En serio? —formuló la pelirrosa.
Dirigí mi mirada al rubio. Él asintió con una sonrisa y yo respondí:
—Supongo que podría decirse que Len y yo somos pareja.
—¡AAAAAHH! —Tal y como dije, Miku pegó un grito que hizo levantar el vuelo a los pájaros de los árboles—. ¡Al fin! ¡El RiLen es real! —Yo no entendía de qué hablaba, pero me abrazaba con fuerza.
[ . . . ]
Eran aproximadamente las diez de la noche. Tras pasar la tarde conversando y tomando helados, las chicas se fueron a sus casas y Len me invitó a ir a la suya.
—¿Y tus padres?
—Esta noche no duermen aquí.
—Ah... Entonces, ¿estamos nosotros solos?
—Sí —fue lo que respondió tras acercarse a mí y posar sus manos en mi cintura.
—Es más tarde de lo que pensaba... —advierto tras mirar la hora en mi teléfono móvil—. Debo irme a mi casa.
—¿Ya? Pero si acabas de llegar. ¿No quieres aprovechar ahora que estamos solos?... —me pregunta acariciando mis manos, chocando su frente con la mía.
Vaya, Len no es que se ande con rodeos normalmente, pero...¿siempre ha sido así de directo?
—No puedo, Len. Mis padres me dijeron que debía estar en casa a las diez.
—¿Y si los llamas y les dices que quieres quedarte a dormir en la mía?
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【Paraguas】☂ RiLen
Fanfiction❝Parecía un día de lluvia cualquiera, pero bajo aquel paraguas nació una historia increíble entre dos adolescentes que hizo dejar de latir sus corazones.❞ ❥Rin x Len (no incest). ❥Vampiros. ❥Algunas partes pueden resultar angustiantes para ciertas p...