Capítulo 3: El placer de ir al infierno.

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-Douglas... que clase de cosas dice EEEH...!

Dallas era una buena persona, a las buenas personas siempre les pasan cosas malas, por lo que Dallas cayó en un pequeño pozo, ensuciándose mucho.

-¿Estas bien?- Pregunta Douglas mientras ríe preocupado.

-¿Te parece que estoy bien? Vamos, ayúdame a salir de aquí. – Responde Dallas.

Douglas estira la mano, para así poder alcanzar la de Dallas y ayudarlo a subir, jamás se imaginó sentir tal cosa más suave y tersa.

-Douglas, si estiraras podría salir más rápido.-

-Oh, sí, vamos sube.-

Cuando Dallas logro subir, no podía despegar la mirada con Douglas, era como si algo, como si existiera una profundidad, una emoción, el silencio lo podía decir todo.

-Gracias por ayudarme a subir, Douglas.- Exclamo Dallas.

-Fue todo un placer Dallas, sigamos adelante.-

Dallas y Douglas siguieron caminando hasta que por fin llegaron a la cabaña, no tardaron mucho en entrar, ya que esta estaba solitaria, no había nadie, y se notaba que no habían entrado personas en mucho tiempo.

-Mira Dallas, aquí podremos resguardarnos un rato.- Exclamo Douglas muy feliz.

-Bueno, ahora podre descansar un momen...- !ESPERA¡ Dallas, ¿A dónde vas?.- Interrumpe Douglas cuando ve salir a Dallas.

-Acabamos de llegar, yo sé que es difícil pero podremos encontrar un lugar seguro, a salvo los dos.- Douglas suele ser muy ortodoxo.

-Douglas, tranquilo, solo voy al lago a sumergirme, estamos llenos de lodo, tierra, carbón, sangre, e incluso tengo ramas atoradas en el pelo, vamos, solo serán unos momentos.-

Douglas y Dallas fueron al lago, estaba detrás de unos árboles secos, era tan grande como la imaginación de Dallas, y tan denso como la mirada de Douglas.

Aunque Douglas no hacía más que molestar a Dallas desde que lo conoció, eso no le impedía tener dudas en cuanto quien era el, de donde venía, que quería.

-Oye Dallas, En que parte te vas a hosp...

Dallas estaba parado enfrente del lago, no tenía camisa y se podía apreciar su torso, como el sol se reflejaba en él, lentamente se quitó ese pantalón negro que le quedaba ligeramente apretado.

-Dallas... por dios... que es lo que estas...- Menciona Douglas tartamudeando.

Dallas tenía una licra abajo del pantalón, parece que Douglas esperaba otra cosa.

El vivo reflejo del sol estaba por toda la piel de Dallas, Douglas no tenía nada más enfocado, era como si la piel blanca de Dallas le dijera algo, como si lo llamara.

Una vez sumergido en el agua, Dallas comenta.

-Decías algo, ¿Douglas?.-

-Oh, no... nada, solamente fantaseaba... no... pensaba, si, en cosas que no importan mucho.-

-Bueno, ¿No vas a lavarte?, se te hará una infección en los rasguños si no te remojas con algo.-

Afortunadamente (queremos pensar) Douglas también tenía la costumbre de traer licra bajo el pantalón. Se desabrocho la camisa como si su vida dependiera de ello, y se lanzó hacia el lago.

-!HAAAA¡ El agua está muy fría.-

-Tranquilo Doug, ya se te pasara.-

-¿Doug?, Ahora me pones apodos.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2016 ⏰

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