Capítulo 7

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Suena el timbre del descanso, lo que estaba esperando hace rato mientras Mábel me clavaba su mirada pero algo hacía que me agradaba, entre esa profunda y penetrante mirada, había algo que me gustaba.

Guardo mis cosas, le doy una última mirada de reojo a Mábel la cual estaba empacando sus cosas en su morral para salir. Empiezo a caminar y salgo del salón en busca de mi mejor amiga, no la veo en los pasillos así que me dirijo al patio principal, cuando llego ella estaba sentada en una mesa esperándome, traía unos shorts muy ajustados, una blusa corta (que le aprieta sus grandes pechos) una gorra con el cabello suelto.

Así es mi mejor amiga, así es como la amo y la amaré, pienso.

Me dirijo donde ella, la saludo dándole un pequeño golpe en la cabeza y ella responde poniéndome un poco de crema del pastel que siempre trae en la cara.

-No somos normales. Digo mientras me pongo cómoda en la mesa.

-¿Disculpa? Aquí la única normal soy yo, tú eres la subnormal. Dice riendo y mordiendo un trozo de su pastel.

-Dame un poco. Le digo señalando el pastel.

-Sam hace señales con el dedo indicando que no. -No, tú eres una hambrienta que muerde demasiado.

-Anda, no morderé mucho esta vez, lo prometo, ten compasión no desayuné. Le hago puchero y cara de perrito.

Me mira de reojo, con el último trozo de pastel en la mano, mira el pastel y luego a mí, hasta que estira su mano para darme el trozo que quedaba.

-¡Gracias Sam! Eres la mejor. Le digo agarrando el pastel y empezando a comer como si hubiera estado 80 años sin hacerlo.

- Lo sé nena, lo sé. Luego de pasar su mirada por sus uñas me mira. Oye, oye, cálmate vaquera, es que no comes desde que naciste o qué? Me pregunta.

-Algo así le digo y nos echamos a reír, siempre la pasamos muy bien la una con la otra.

-Oye Simone, ¿Qué mierda pasa con esa chica de aquella mesa? No deja de mirarte.

Miro a Sam y me hace una seña con las cejas de que mire y cuando miro la chica de aquella mesa es Mábel, está ahí, comiendo y mirándome ala vez, me sonríe y sigue comiendo.

Hace que me intimide quitando la vista de ella y volviendo a los ojos de Sam.

-¿Quién es? Pregunta Sam.

-Es una chica nueva de mi clase, se sienta conmigo. Le respondo.

-¿En pleno casi fin de año chica nueva? Qué extraño pone su mano en su mentón y luego me mira ¿Te gusta? pregunta Sam.

-¡Claro que no! Ni la conozco, Sam. Le digo.

-Tu cara vuelta un tomate me dice otra cosa. Ríe y juega con su cabello.

-Mi cara no está vuelta un tomate y si lo estaría me habría dado cuenta. Le digo y sigo comiendo.

Saca un espejo de su bolso y me lo entrega diciendo; comprueba eso, mírate al espejo.

Ala medida que me miro en el espejo me doy cuenta de que Sam no mentía; Oh por Dios, esto no puede ser digo tocando mi cara sin saber que hacer.

-Te lo dije. Dice Sam mirando las puntas de su cabello.

Me acuesto en la mesa para que nadie lo note.

-¡Te gusta! !Te gusta! Empieza a molestarme Sam.

-¡Shhhhh! Cállate, que no me gusta le ordeno una vez más.

-¿Ah no? Ah bueno, pues sería muy tarde decirte que tu amor platónico se ha parado de su mesa y viene justo a nuestra dirección.

-¿¡QUÉ!? Sam vamonos por favor Sam. Le ruego.

-Nop, no podemos por que ella está a 5cm de nosotras.

En ese instante de que termina de hablar, siento la presencia de Mábel a mi lado y le hago una seña a Sam de que me ayude mientras permanezco acostada en la mesa.

-Hola -Dice Mábel.

-Antes de que pudiera hablar Sam lo hace entendiendo la señas que le hice antes.

- Amm Simone está algo indispuesta, por eso no habla, al parecer el pastel que le di le cayó mal. -Dice Sam, sobando mi cabeza como si fuera una mascota.

¿En serio? pienso.

-Mábel mira a Sam y luego a mí con algo de duda cuando dice;

-¿Por qué no van ala enfermería?

-Creo que mejor la llevaré a casa, no falta que le de ganas de ir al baño y créeme, no querrás tener una persona con daño de estómago ahí. Dice Sam divertida.

¡Sam!, te voy a matar. pienso una vez más.

Mábel se burla un poco pero luego toma postura y dice;

-¿Quieres que las acompañe?

-Oh no, gracias es más voy empezando a llevarla ya, dice Sam levantándose del asiento y tomando mi mano diciendo; ven amiga levántate y vamonos antes de que estalle una bola de caca por todo el colegio.

Antes de pararme le piso los dedos a Sam haciendo que chille de dolor.

-¡Auchh! ¿Eres pie grande o qué? Dice dolorida.

-Lo- lo siento. Digo con tono de enferma y con un poco de escarmiento 

-Díselo a mis dedos, dice Sam.

Empezamos a irnos, salimos del colegio hasta llegar a una cuadra antes de casa de Sam, nos aseguramos de que nadie nos viera y en esas empiezo a hablar.

-¿Te pareció lindo hacerme quedar como si me fuera a cagar encima? Le reclamo a Sam.

-Nena, no se me vino nada más ala cabeza. ¿Qué querías que hiciera? dice Sam.

-¡Quería que fueras algo más prudente! Le digo.

-Tienes razón, lo siento ¿Vale? no lo volveré hacer. Su mirada viaja a otro sitio cuando vuelve a mirarme diciendo, ¡Para recompensarlo te invito a mi casa para una pijamada! ¿Qué dices linda?

-Tengo que avisarle a mi madre primero, pero sí, no estaría mal. Sonrío.

Y después de lo que pasó ayer en mi cuarto no quiero quedarme más sola en las noches.

Le hago varias llamadas a mamá pero no contesta así que le dejo un tono de voz diciendo;

Hola mamá, esta noche me quedaré en casa de Sam haciendo una pijamada juntas, así que no te preocupes en buscarme... Cuídate, te quiero.

Termino la nota de voz, guardando mi móvil en el bolsillo de mi pantalón, entro al cuarto de Sam, su cuarto es robótico, o sea lo que ella pida de fondo o cualquier cosa aparecerá sin ningún problema, en este caso pidió un fondo rosa pantera y el suelo eran estrellas , se veía tan real que flipé por unos segundos. 

En su cama estaban dos pijamas una rosa para ella y otra negra para mí, color perfecto. A los minutos de desvestirme, ponerme la pijama y quitarme el delineador de ojos veo a Sam parada en la puerta con mucha comida chatarra, palomitas, chocolates y demás aparte de que trae películas, pone todo sobre una mesa y ordena a su cuarto robótico una pantalla gigante de tv.

-Mierda, hasta aquí llego mi dieta.  susurro pero Sam me alcanza a oír.

Luego de esto me mira sonriente y dice;

¡Que empiece la pijamada!



Muchas gracias a @KhrisFlowers por agregar ésta lectura a sus listas, gracias de verdad, espero que lo disfrutes y si tienes alguna sugerencia o consejo déjame un comentario, lo tendré muy en cuenta.

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⏰ Última actualización: Mar 24, 2016 ⏰

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