Entre Tú Y Yo

Prólogo

"Mi café debe ser tan negro como el infierno, tan fuerte como la muerte y tan amargo como mis sentimientos" - Carter Ackermann, Beautiful People.

- Realmente me has decepcionado, Carter. - su padre la miró a los ojos expresando el dolor que sentía, cuán decepcionado estaba de aquella niña que alguna vez había sido su hija, estaba molesto. Pero sobre todo, dolido.
Su madre soltó sollozo tras otro, las lágrimas derramaban fuertemente sobre sus mejillas y se escuchaba como pedía ayuda a Dios por su hija, la cual solo observaba la escena con la mirada perdida, con el estómago vacío. Sin nada que poder hacer al respecto. - Niña estúpida e inútil.- Su padre gritó.

- Mamá, lo lamento. - susurró. Se encontraba aún con la mirada ida y perdida. Su madre estaba destrozada, arrodillada y recargada en el sofá, pidiendo despertar de aquella pesadilla.

- ¿Porqué, Dios? - Penelope susurró entre llantos y sollozos.

- ¡Ya me tienes harto! ¡Yo no te eduqué así! - y.. ¡Pum! Una cachetada. ¡Pum! Dos. ¡Pum! Tres. Carter rompió en llanto. Sentía como si con cada insulto y con cada golpe su corazón se rompiera un poco más, sus ganas de morir aumentaban.

El dolor, el desconsuelo y la frustración siempre estaba presente en la casa de los Ackermann desde que la melliza más pequeña se había ido con una beca universitaria a estudiar a Norte América. Desde la marcha de Kendall todo se había desmoronado más de lo que ya estaba. La pregunta que siempre invadía la mente de Carter era "¿Cuándo me van a dejar vivir en paz?" Los golpes y el maltrato la habían llevado a ser como era, fría y con corazón de piedra. Sobre todo amaba la soledad, nadie se le acercaba y se sentía a gusto con esto. Su cabello era de colores y vestía seguidamente de negro con suéteres grandes especialmente para ocultar los moretones o los golpes que su padre le había dado las veces como esta.

- ¡No sabes como hubiera deseado que fueses diferente! - volvió a gritar su padre. Ahogando sus oídos con sus gritos y apenas tomando fuerza para responder, lo hizo.

- Yo también hubiera deseado tener una familia que me aceptase y me diese amor..- susurró quebrándose mucho más de lo que ya estaba. ¡Pum! resonó el sonido de la puerta azotada por su padre. Carter se abalanzó sobre su madre y la envolvió en un abrazo.

- ¿porqué cambiaste? No eras así.. ¿Dónde está mi hija, mi niña? - hicieron contacto visual y fue suficiente para que ambas volvieran a romper en llanto.

- Esta soy yo mamá.. Tu niña rebelde, la niña de la que tanto se han lamentado, la vergüenza de la familia.. - la miró a los ojos. - lamento no ser lo que esperabas..- susurró y se alejó, se alejó corriendo hasta su habitación. Se encerró en esta planeando un nuevo escape de la vida.

Prohibido cualquier tipo de copia y/o adaptación de esta historia, es completamente original y mía :) No dudes en hacerme saber si alguien no cumpliera con esto. ¡Digan no al plagio! Y prohíbo comentarios que rebelen el final, muchas personas suelen hacer esto queriendo "ahorrarles el drama" y pareciendo bonitas. Recuerden que el diablo suele venir en una forma hermosa.

¡Digan no al spoiler!

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