Parte III

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"Porque cariño, yo solo soy una pesadilla disfrazada de un sueño"— Carter Ackermann, BP.

Tyler, largate. — intentó no ser grosera. Pero este solo se colocó en frente, bloqueándole su paso.

— ¿Aún sigues saltándote clases, primor? Creo que al final no haz cambiado tanto. — comentó, mirándola con diversión.

— Quitate.

— ¿Sabes? He pensado que podríamos salir algún día, me refiero a que.. Ahora que ya no hay nadie entre nosotros. — soltó una pequeña risa, lo cual hizo que Carter lo observara con desprecio, el solo hecho de que él le recordara su pasado era lo que más la molestaba.

— sigue soñando, imbécil. — estaba molesta y si no hacía algo para lastimarlo físicamente era porque sabía lo que el podría hacer. — dame permiso. — pidió.
Tyler sonrió maliciosamente, examinándola justo como siempre, deteniéndose en sus atributos y tomándose el tiempo de observarla detalladamente. — ¿podrías dejar de verme así? — se cruzó de brazos.

— Estás muy guapa, no puedes esperar que no te mire así. — excusó.

— ¿Qué quieres de mi? ¿Porqué jodidos no me dejas en paz? Ya, superalo.

— la pregunta es qué no quiero de ti. — respondió lo que sabía que le haría tener un escalofrío.
Carter rodó los ojos y lo empujó, por suerte el no hizo nada para evitarlo.

— Harry — Dylan le golpeó el hombro. — ¿viste eso?

— ¿qué? — Harry habló con la boca llena de comida y le dio otra mordida a su sándwich de lechuga y pollo.

— Simpson ha estado con Carter.

— ¿y? — dejó el sándwich en el plato y bebió un poco de jugo.

— Joder, ella me gusta, imbécil.

— Calmate, seguro no es nada he estado desde la secundaria con Carter, ya no tiene nada de lo que puedas preocuparte, su ex se mudó lejos.

— ¿conseguiste algo de información sobre ella?

— hermano, si quieres acosarla acosala tú. No me metas en esto..

— ¡oh, vamos!

— llega a la pastelería todos los días, es lo único que te diré.

— pensaré en algo.

— como digas. — Harry rodó los ojos y terminó de comer.

Justo después de clases, como la mayoría de veces, Carter caminaba hacia la pastelería.

— ¡Linda! ¡Me dijo Harry que en la mañana preguntaste por mi!

Carter sonrió levemente. — Hola, Karen. — Karen sonrió y la saludó, se disculpó por no poder charlar pero habían varios clientes y Harry estaba en su descanso.

— Oye, toma. — Harry llamó su atención tendiéndole un café como los que siempre pedía.

— ¿y esto? — frunció el seño.

— un soborno.

— ¿p..

— Para que te sientes conmigo, ven. — se hicieron a la mesa más apartada.

— ¿qué quieres? — se cruzó de brazos y alzó ambas cejas.

— ¿Qué no puedo hablarte, invitarte un café y pedirte que te sientes conmigo sin que sospeches?

— No. — Harry soltó una risa, mostrando por una décima de segundos sus perfectos dientes blancos, y sus perfectos hoyuelos.

Entre Tú Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora