Parte I

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— ¡Te he pillado! ¿A dónde crees que vas? — Max paró su paso rápido, cerró los ojos con fuerza deseando no estar ahí.

— Ben, amigo. ¿Qué.. Qué pasa?— lo saludo temerosamente, a lo que este respondió con un golpe en el estómago. Dejando a Max gimiendo del dolor.

— ¿así que estabas viendo a mi novia, no? ¿Te creiste muy graciosito ayudándole?

— solo la he llevado a enfermería... — excusó.

— ¿alzada? — Ben se acercaba a paso lento, dándole más que temer. Era el tipo alto que usaba camisas a cuadros todos los días. Aquellas se habían vuelto una pesadilla para Max, solo el verlas le recordaba la paliza que Ben le había dado, y le seguiría dando.

— que- quedó inconsciente.— excusó.

En un segundo al otro Ben ya tenía a Max en el suelo, le daba golpes cargados de ira, Max apenas podía defenderse, se retorcía del dolor mientras escupía sangre y una pequeña lágrima caía por su mejilla, su piel blanco pálido se ponía roja y en varios sitios morada. Max rogaba porque paraba, pedía a dios que eso parara, pero el no se detenía. Venía más y con más fuerza. Como todos los días.

(...)

— aún no comprendo que te ha pasado.

— me asaltaron bajando del bus ¿es tan difícil de explicar? — Max convencía a su madre con su explicación falsa sobre lo ocurrido.

— se suponía que la ciudad estaba más segura. Iré a poner la demanda.

— ¡No! — Karen observó a su hijo, pidiendo una razón para no hacerlo. — lo haré yo mamá. — susurró calmándola, mintiendo.

Karen asintió y luego de dejar a su hijo con hielo en casi todo el cuerpo, subió a terminar los quehaceres del hogar.

(...)

— ¿Cómo has seguido? — Ben se encontraba con Carter recostada sobre su estómago.

— Bien. — se limitó a decir, aún tenía un poco de dolor de cabeza luego del golpe en gimnasia.

— ya debo irme. — avisó Ben mirando su reloj.

— Descansa.

— Nos vemos mañana.— le dio un corto beso en los labios. Y esta asintió.

(...)

— Hola, preciosa. — Ben saludó a su novia con un beso en los labios. Ambos estaban bajo las escaleras de la cancha luego de haber recibido educación física. Carter le contaba sobre algo de su día mientras el revisaba su celular.

— estoy asustada Ben, encontrarán los cigarrillos que dejaste..

— Mmh.

— iré al hospital. — inventó.

— ajá.

— Benjamín ¿acaso estás escuchándome?

— mhm.. — volvió a asentir sin quitar la vista de su teléfono.

— dame eso. — de un momento el teléfono de Ben estaba en manos de Carter, había un chat. "Sandy" justamente como lo que jamás habría imaginado, el la engañaba. En la conversación Sandy había mandado un mensaje de "estuvo bueno lo de ayer.. <3 "  y  Ben había contestado "Cuando quieras ;)" Carter soltó un suspiro de frustración, le aventó el celular a Ben y se puso de pie, tomó su mochila y caminó al baño de damas. Lágrimas caían de sus mejillas, de tristeza, de enojo, de rencor. Iba molesta, el desinterés de su novio le molestaba muchísimo, ya no era atento. Ahora se preguntaba si alguna vez el lo había sido. Paró en seco y su mano se volvió un puño, golpeaba los casilleros de cualquier chico anónimo con fuerza, los pateaba y gritaba maldiciones al viento. Llevaban teniendo la misma pelea hace meses y ahora sabía porqué.

Entre Tú Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora