Un mundo de papel

Grita nada

-Nada

-¿Nada? Quedémonos quietos un momento. Rompamos los muros blancos, que se agrieten, que los atravesemos, que cambie a nuestro potente paso. Quiero desatar a la bestia, desobedecer las normas de lo lógico, ir al subconsciente. ¿Sabes? Voy a gritar lo que ambos pensamos pero no dices... No. Más bien, lo harás tú mismo. Ahora mismo no te darás cuenta de que hablo, pero lo vas a deducir, es más, lo gritaras en silencio. No hay que usar la voz para que te escuchen.

¿Nada es esto? ¿Vacío? ¿Tristeza? ¿Desamparo?

No. Nada es lo que quieres. Liberarte, gritar, correr, bailar, pintar, escribir...

Este mundo blanco se está rompiendo con tu respuesta. Quebrándose las paredes dejando escombros arcoíris, polvo rítmico. Una destrucción creativa. Irónico ¿no?

¿Qué tal si te ayudo poniendo unos molinos que parecen gigantes amenazadores? Sé que no es tu estilo, pero intuyo que lo has imaginado. ¿Y si te digo que estas en un mar, uno lleno de peces fantásticos, una brisa, una sábana de calor y tranquilidad? Te lo imaginas? Apuesto que sí.

Relax y estrés. Cansancio y energía. Negro y blanco. Nada y todo...

¿Ahora lo entiendes? ¿Sabes ya la respuesta?

Grítalo.

Te encuentras en un lugar llamado Nada. Un lugar llamado Imaginación.