| 17 Días | Capítulo 8 | El pequeño dinosaurio enamorado |

298 32 9
                                    

Un olor particular inundaba mis fosas nasales, además de sentir la calidez inundar mi cuerpo, a pesar de ser invierno, sentía algo de calor y de pronto...algo húmedo en mi mejilla. Comencé a abrir los ojos y removerme, alguien me estaba abrazando, pues podría sentir un par de brazos ceñirse alrededor de mi cintura.

—Uhm...ya despertaste—Me dijo una voz ronca y adormilada que de inmediato pude distinguir, Vernon.

—Sí, estabas babeando mi mejilla—Me reí y sólo pude sentir cómo él se tensó.

—Lo siento—Me abrazó un poco más, acomodando su rostro entre mi cuello—Vuelve a dormir, aún es temprano, prometo no babear más—

Iba a retomar mi sueño de nueva cuenta, pues aún me pesaban los párpados cuando...

— ¡Ya te vi! Deja de acaparar a Helena para ti solo—Dijo la chillona vocecita de Dino.

— ¡No! —Exclamó Vernon apretándome más contra su cuerpo y luego, los más pequeños del grupo, comenzaron a tironearme, pero aún estaba tan adormilada que no sabía qué hacer.

— ¡Ya dejen dormir, joder! —Y gracias a alguna fuerza sobrenatural, Woozi apareció en mi rescate, pues luego del grito, ambos chicos me soltaron.

—Lo sentimos...—Se disculparon al mismo tiempo como un par de niños regañados, sus voces me hicieron enternecer.

—En verdad perdónalos, éste par de idiotas no saben qué se siente dormir con una mujer—Dijo con desgano, se podía escuchar que acababa de despertar.

— ¿Y tú sí sabes qué se siente? —Refutó malicioso Vernon y el pobre Woozi, seguramente se puso de todos los colores habidos y por haber, pues no dejaba de balbucear, yo sólo intentaba contener la risa.

—Porque según yo, el único que sabe es Woonwo obviamente y quizás Coups—Ahora era Dino, quien se unía para molestar al productor del grupo.

—Son unos niños idiotas...—Refunfuñó Woozi antes de irse arrastrando los pies, a los pocos segundos ambos chicos explotaron en carcajadas.

—Vaya forma de hacerlo molestar tan temprano...seguramente se puso de mil colores por la vergüenza—También me reí, no había podido evitarlo.

—Bah, no sé ni porqué se avergüenza, jamás le hemos conocido alguna novia—Respondió Vernon.

—Eso no quiere decir que no esté con alguien...—Respondí mientras me sentaba sobre las colchonetas, haciendo a un lado las sábanas, abrazando una almohada.

—Helena-noona, ¿Tú tienes novio? —Preguntó el pequeño e inocente Dino, a lo que yo me reí y negué con la cabeza.

—No, bueno...no ahora, pero antes salía con alguien y como toda chica normal, he tenido citas y esas cosas—Comencé a explicar.

—Ah...debe ser lindo que te correspondan, ¿No es así? —Su vocecita nostálgica se hizo oír.

Escuchamos un bufido de Vernon, quien se puso de pie y salió de la habitación, pues escuché sus pasos alejarse, dejándonos a Dino y a mí, solos.

— ¿Acaso tienes un amor no correspondido, pequeño dinosaurio? —Me moví, dispuesta a ponerme cómoda, cuando hablaba con alguien de esos temas, era mejor así.

—Algo así, es complicado...hay una chica de la escuela que me gusta mucho y quiero invitarla a salir, pero tengo miedo de ser rechazado—

Y por dentro, casi me derrito de ternura. Debo confesar que me sentí demasiado honrada de que Dino se abriera a mí de ese modo, no llevaba mucho tiempo conociéndolo, pero ya lo sentía como mi mejor amigo o más que eso, quizás como un hermanito pequeño y ahora, estaba siendo partícipe del clásico miedo al rechazo que ocurre durante el primer amor.

17 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora