Capitulo dos: Teoria a base de besos

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Al ser vacaciones de verano era mas que obvio que una gran parte de las familias del pueblo no  dudarían en empacar las maletas y correr a la playa mas cercana, o visitar familiares lejanos o simplemente irse para dejar la rutina. Por esto, la cafetería no llenaba sus puestos como tal ves lo hacia en las temporadas mas frías; aun así, los clientes mas frecuentes eran ancianos que buscaban un café frio. O niños, en su minoría.

-¿Que es lo que va a querer?-  consulte con mi monótona voz, posando el estúpido delantal verde. 

-¿No eres muy chico para trabajar?- hablo el anciano de voz rasposa y olor a ungüentos.

-Eso no le incumbe, viejo verde

-¡Hey! ¿Que le parece si le muestro el menú? ¡Hay nuevas recetas!- interrumpió el señor Tweak antes de que el viejo respondiera mi insulto. Me frunció el ceño con ademan de regaño aunque para mi suerte, el anciano tenia pésima memoria y siguió con su pedido.

-Ve a atender a otros- fueron las palabras de mi "jefe".

La tarde paso amena con tan pocos clientes que atender, y al ser ancianos que compraban para el único fin de satisfacer su inseguridad de ser mantenidos por sus hijos, sus exigencias no eran muchas.

-¡D-Dios! ¡Que presión! ¡¿Y si a a-alguno le da un infarto y la policía nos culpa a nosotros?! No podría con tanta...-

-Nadie tendrá un infarto. Ve, los últimos viejos  ya se están yendo- interrumpí su paranoia acomodando mi codo en la barra para posteriormente subirme al banco mas aproximado a Tweek, aunque este mas cerca del hostigoso olor a café .

-Ya casi cerramos niños, aguaten un poco mas- aclamo el padre de este desde el interior. Lógico, siempre estaba ahí.

Nos quedamos en silencio, acompañados el uno del otro sin dirigirnos la mirada, a la par que retirábamos nuestros delantales para dar por hecha la jornada del día.

O así habría sido, de no ser por la pronta interrupción de la campanilla que anunciaba un cliente.

Eran dos chicos, veinte años podría calcular; joviales, risueños, saludables, traían risas al tranquilo espacio que habíamos creado.

-Lo mejor que tengan- se limitaron a pedir al sentarse en la mesa mas cercana.

Ambos rostros confundidos, el mío y el de el, tardaron en reaccionar a los hechos apresurados, moviéndonos sin saber exactamente como acabaría esto y finalmente les servimos el postre mas típico del pueblo. Se veían de otro estado por lo menos.

-Buf...- suspire aliviado, mientras Tweek apretaba con fuerza un pañuelo.

-No pasa nada, les gustara- dije sin apartar mi mirada de los turistas.

Reían suavemente al hablar, como si contaran increíbles anécdotas, y por debajo sus rodillas chocaban dentro de un vaivén improvisado. Se les notaba feliz aunque estuviera anocheciendo. Sus rostros, poco a poco iluminado por la luz de la vela que el señor Tweak había posicionado entre ellos poco después de servirles, se tornaban mas tranquilos a pesar de la existencia de una emoción indescriptible en ambos ojos. Era incomodo de ver. Era incomodo de imaginar, imaginarme haciendo algo así con Tweek.

-¿C-Crees que ya a-a-acabaron?- susurro el mas bajo a mi oído discretamente. Causando en mi estomago, un cosquilleo.

-Tal ves- respondí en voz alta tratando de ignorar aquel nerviosismo de tenerlo cerca.

Tal como dije, sus platos se vaciaron segundos después, y dispuesto a levantarme a recoger la vajilla sucia, ambos unieron los labios delicadamente. La sangre se me subió a la cabeza, y ni hablar de las mejillas de Tweek; con los ojos de plato, sonrojado hasta las orejas.

Creo que el ángulo en el que lo estaba viendo le favorecía demasiado. Demasiado.

-¿S-se están b-b-besando?- pregunto de nuevo cerca de mi oído. Estaba harto de sentir eso en mi estomago.

-Creo que si- respondí inseguro.¿ Eso no lo hacían solo los chicos con las chicas? Los novios que son chicos ¿ también pueden besarse?

-Los hombres... ¿p-pueden besar-besarse?...-  cuestiono de nuevo mas lejos.

-Nosotros también somos hombres- respondí mirándolo por primera vez en el día. Chocando con sus ojos pistachos, que en ese momento brillaban por la iluminación tan directa del foco de su puesto.

Después del "escenario" que habían montado el dúo de idiotas turistas, todos regresamos a nuestros respectivos hogares. El trabajo no era de lo peor, pues hoy había aprendido que los hombres también pueden besarse.

¿Pero eso no significaba que yo también podía besar chicos? Entonces, si podía besar a cualquier persona ¿por que específicamente un rubio de inmediato me llegaba a la cabeza?

¿Será por que somos "novios"? pero, ¿estaba bien?

  




BIEN XD no puedo creer que lo haya subido. En realidad pensaba dejarlo tumbado entre los miles de escritos que tengo, pero dije": YOLO
Ammm... Bueno que más decir, están algo OC pero es mi imaginación y hago lo que quiero XD Son muy inocentes por que la época en la que los escribí no es tan moderna.
De todas formas, si mi escrito pudo ser de gusto de alguien, pues, bueno.

Encontrando la tarde contigo [CREEK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora