One Shoots

grayson dolan ; sabes

Por Dios, esto no podía estar pasando. Nos habíamos cuidado y siempre tomaba las pastillas. Él tenía toda una carrera por delante, no podía arruinársela, porque esto me pasa a mi.

Solo tengo 18 años y Grayson 19, somos muy jóvenes.

Mierda, ¡Fue mi culpa! Ese día en el que no tome la pastilla, porque lo olvide. Soy una estupida.

Llegué al departamento que compartía con mi novio Grayson y me senté en el sillón con los papeles en la mesa ratona que tenía al frente.

Luego de estar un rato así, me levanté y me fui hacia mi habitación con los papeles en la mano, me cambié por algo más cómodo y volví a abajo para cocinar.

Hice unos fideos ya que no tenía ganas de cocinar y me acosté en el sillón, pensando todo lo que cambiaría en mi vida de ahora en más, hasta que fui interrumpida por la puerta; Grayson había llegado.

-Bebe, ya llegué.

-Sillón.-dije y el vino hacía mi, dejando un beso en mis labios.

-Te extrañé.-dijo él y nos acomodamos quedando yo arriba de el, mientras el agarraba mi cintura.

-Yo a ti.

-¿Pasa algo?-preguntó Grayson.

-Enserio yo nunca quise que pase, se que somos muy jóvenes, fue mi cul...

-Amor, tranquila.-dijo Grayson riendo, parándose junto a mi, abrasándome para tranquilizarme.

-Lo siento...-apoye mi cabeza en su pecho.

-¿Estás bien? ¿Dime que pasa?

-Es-estoy embarazada.-dije con los ojos cristalizados.

Si el me deja no se que haría.

-¿No es broma? Si llega a ser una broma de parte de Ethan te juro que le pateare las bolas, con eso no se juega.

-No, no es una broma, no hay cámaras, nada.-le mostré los papeles que decían que estaba embarazada y el los leyó.

Pude notar una pequeña sonrisa.

-Sabes que los amo, ¿no?-me alzó y empezó a girar conmigo en el aire.-Gracias, nunca pude estar más feliz, voy a ser padre, ¡Voy a ser padre!

-Pensé que me dejarías.-dije apenada mirándolo.

-¿Que? No, jamás te dejaría y menos con mi hijo adentro tuyo.-sonrió y me besó.-Seré el mejor padre del mundo.

-Grayson, no sabes ni cambiar un pañal.-dije riendo, limpiándome una lágrima que había caído, no se cuando.

-¡Mentira!

-Es verdad.-dije y ambos nos acostamos.-Sabes, tengo hambre, ahora tengo que comer por dos.

-Espera que traigo la comida, quédate aquí.-dijo y antes de irse me dio un beso en la cabeza.

No podía ser mas feliz, Grayson lo aceptaba. Puse involuntariamente mis manos en mi vientre y sonreí.