A veces no necesitas a alguien que te levante de suelo, sino alguien que se acueste a tu lado hasta que te puedas levantar.
La valentía más grande del ser humano es mantenerse de pie aún cuando se esté cayendo a pedazos por dentro.
Nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo, vivir una nueva historia o construir un nuevo sueño.