Hustler ✧ HunHan

09

Han pasado 84 años...

A todxs lxs nuevxs lectores ♥ muchísimas gracias por su apoyo, me parece irreal la cantidad de gente nueva que tenemos ahora en el Mass, estoy tan feliz; espero que entiendas que ahora son muchas como para ponerlas a todas aquí, debería, pero no actualizaría ahora, así que sin más, ¡bienvenidxs a Hustler!, de verdad me hace feliz ver que les gusta la historia. En compensación por mi tardanza este capítulo es bastante largo. Disfrútenlo.

Novedades

El Lunes no terminó siendo un buen día para Jun Myeon, si bien la mañana había sido grata al pasarla la mayor parte con sus amigos, la tarde sólo trajo malos ratos.

Había llegado con el humor más o menos bien al restaurante, pero ser recibido con caras largas y preocupadas sólo logró bajarle el ánimo. Era consciente de lo que sucedía, el trabajo en la cocina se hacía pesado sin un Chef y los ayudantes de cocina y subchefs no estaban listos para ser líderes aún. Suspiró buscando en su escritorio —recientemente acomodado— su agenda, donde seguramente tendría algún Chef al cual recurrir. Sin embargo, el destino parecía recordarle el giro inesperado que había tomado su vida, ahí, en la primera página de su agenda, estaba la tarjeta de Lay con alguna de las puntas dobladas.

La tomó entre sus dedos y pasó su yema por encima del número del pelinegro; mentiría si dijera que no tenía intenciones de llamarlo, era su salvación a decir verdad. Aquellos dos días que estuvo no recibió queja alguna ni de los trabajadores ni de él, había demostrado ser un Chef bastante competente que podía trabajar con lo que tuviera a la mano y eso había logrado dejar una muy buena impresión en su jefe.

Pero a quién iba a engañar, no podía llamarlo ahora, no cuando el pelinegro con hoyuelos encantadores había sido bastante claro al decirle que tenía toda la semana ocupada excepto Martes y Viernes, y hoy era Lunes. Estuvo a punto de tirar la tarjeta en el bote de la basura, pero desistió, la guardó en uno de los sobres que tenía su agenda y se dispuso a buscar un número de algún chef conocido.

Después de tres horas sin éxito alguno, se dio cuenta que buscar un Chef bueno y disponible en esas épocas del año era algo muy difícil.

La puerta sonó tres veces y Jun Myeon tuvo que despejar un poco su escritorio antes de abrir la puerta; se encontró con dos empleados que recordaba de la cocina y el aire comenzó a faltarle cuando sus caras no insinuaban una buena noticia.

—¿Qué pasó ahora? —su tono derrotado sólo acentuó los gestos preocupados de sus empleados.

—Para el menú de la cena de hoy está escrito que debemos servir crema de zanahoria y un estofado de cerdo con jarabe de sirope y papas hervidas, pero no tenemos las medidas para el jarabe del estofado y mucho menos sabemos cuánto de leche evaporada y caldo de pato lleva la crema. De eso se encarga el Chef y ya tenemos tres pedidos esperando.