c u a r e n t a y o c h o.

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Este sábado había amanecido ligeramente frío, la verdad es que la temporada de invierno aun no entraba por completo y aun se sentía un poco de calor.

― Emma, ya levántate ―dijo mi mamá asomándose a mi habitación.

Llevaba varios minutos despierta. Tal vez tenía media hora, pero no me había levantado, ni siquiera para ir al baño, aunque realmente me urgía.

― Voy ―contesté.

Reuní las fuerzas necesarias para levantarme y cuando por fin lo hice, tendí mi cama. Recogí un par de ropa que estaba tirada por toda la habitación.

No soy precisamente la persona más ordenada sobre la tierra.

Bajé a desayunar con mi mamá y mi papá.

― ¿Vamos a salir? ―pregunté mientras partía un pedazo del panqueque que estaba en mi plato.

― Si te apuras, sí ―dijo mi papá.

Hice un mohín y terminé de desayunar para después ir a darme un baño y cambiarme.

El día parecía soleado, así que opté por una falda, una playera ligera de manga larga y unos botines.

― Ya estoy lista ―dije bajando las escaleras― ¿Cuál es nuestra primera parada?

+ + +

Y aquí estaba. Caminando por los infinitos pasillos del supermercado.

Cuando dije que quería salir, definitivamente no me refería a esto. Yo quería algo más como ir al cine, o al centro, o a alguna plaza. Pero no.

Me tenían buscando leche deslactosada por los pasillos.

Divertido, ¿no?

― Aquí está ―dijo mi papá agarrando una caja de leche.

La dejó en el carrito y seguimos caminando por los pasillos.

― ¡Donas! ―grité acercándome al área de panadería― ¡Debemos llevar un paquete! ¡Por favoooooor!

― No, mejor agarra un panqué ―dijo mi mamá.

― ¡Mamá! ―la miré mal― Quiero donas. Se ven riquísimas.

― Que agarres el panqué, Emma.

― Bueno, pero ―pausé― ¿me compras un libro?

― Está bien.

Cuando terminamos de hacer las compras y después de que pagaron, nos fuimos al carro y ahí dejamos todo.

Mi papá condujo hasta la librería y nos pidió que entráramos nosotras mientras él buscaba un lugar en donde estacionarse.

Entrando a la librería me fui a la sección de jóvenes, comencé a repasar los títulos de los libros con la mirada pero ninguno lograba capturar mi atención.

Decidí y a las novedades pero tampoco había nada que me gustase.

Al final terminé en una sección de la cual desconocía el nombre y encontré un libro que llamó mi atención. Era algo como un libro policiaco.

«Mary, Mary» se leía en la portada. Leí la contraportada y me convencí de que era el libro que quería comprar.

Después de pagar volvimos a la casa.

― ¿A dónde iremos ahora? ―pregunté dejándome caer sobre el sillón.

― ¿Todavía quieres salir? ―asentí― Tu mamá quiere ir al centro a comprar algo, pero nos vamos en la noche.

+ + +

Les cuento que mi mamá solo quería comprar un paquete de agujas.

― ¿Me compras un helado? ―pregunté al momento de ver la heladería.

Mis papás accedieron y entramos al lugar. Yo pedí uno de fresa con guanábana y ellos compraron paletas de hielo.

― Vamos a la plaza principal y ahí nos terminamos esto ―dijo mi papá refiriéndose a sus paletas y mi nieve.

Estuvimos casi veinte minutos ahí y después nos levantamos.

― Vamos a ver si hay eventos allá arrida.

Comenzamos a caminar hacia la plaza de arriba en donde cada fin de semana organizan un evento cultural.

Íbamos subiendo por uno de los andadores cuando lo vi.

O al menos eso creí.

Mantuve la mirada sobre él durante un par de segundos tratando de asimilar la situación. Él también me miró y frunció el ceño, como si estuviese confundido o algo así.

Las piernas se me debilitaron y un cosquilleo subió por ellas.

― Hola ―sonrió.

― Hola ―dije yo y ambos seguimos nuestro camino.

Si era.

Hacía meses que no lo veía.

Fernando. Ese es su nombre.

Me gustó toda mi preparatoria, bueno, los tres semestres que estuve en aquella preparatoria.

Incluso me atrevo a decirles que aún tengo sentimientos encontrados por él pero entonces pienso en Jos y todo se esfuma.

+ + +

Cuando llegué a mi casa, escribí una nota para Jos. Sé que no se la iba a poder entregar el día de hoy pero lo haría el lunes, en cuanto volviéramos a clases.

¡Hey, Jos!

Hoy me encontré con el chico que me gustaba antes que tú y debo decir que algo sentí.

¿Es eso bueno o malo?

Dicen los budistas que cuando alguien te gusta y te sientes con las mariposas todas desenfrenadas y tiemblas, no es amor, en cambio si sientes tranquilidad, es decir, nada de mariposas, es el indicado.

¿Crees en esto?

Porque yo contigo no siento nada.

+ + +

¡Hola!

Capítulo corto porque no sale Jos :(

Vengo mega rápido a dejarles este capítulo, así que nos leemos pronto chicas

Por cierto, yo estoy leyendo El psicoanalista.

Paz.

¡Hey, Jos! (Versión extendida) |Jos Canela| [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora