Capitulo 11

155 7 3
                                    

Transcurrieron casi un mes, desde que llego Matsu.

Ami y Matsu por fin entregaron su proyecto, fue uno de los mejor proyectos de ese año en la medicina, por esfuerzo lograron entregarlo quitándose un peso encima pero eso no quiso decir que ya no andarían juntas al contrario, fueron más unidas incluyendo a Lita.

A pesar de llevarse tan bien, Rei se sentía insegura. Tenía a la chica aún más cerca y le asustaba que en cualquier momento esa chica les hiciera algo, cada vez le intrigaba más conocerla pero su orgullo no la dejaba. Sus llamas no le decían nada, trataba pero nada, ni una señal mostraba.

Rei como de costumbre alimentaba a Phobos y Deimos pero fue interrumpida por una criaturita negra con una media luna en la frente...

-hola, Luna – sonríe la sacerdotisa al mismo tiempo agachándose.

-hola Rei, que bueno verte – hace una pequeña reverencia.

-¿Qué sucede, a que se debe tu visita?

-pues... – no sabía si decirle o no – veras Rei, hace poco vi una chica con la que andaba Serena, algo en ella me preocupa.

Rei tenía la sensación de saber cuál era la persona de la que se estaba refiriendo Luna – podría ser... Matsu?

-Serena me a hablo mucho de ella, que es bonita, es muy seria, callada pero le agrada – dijo no tan orgullosa de ello.

-si es ella – dijo de inmediato – Luna, esa chica no me inspira confianza, estoy algo confundida pero algo en ella no me gusta.

Rei se llevó a Luna a su habitación, continuaron su conversación hasta el punto de contar su visión, Luna le encargo investigar más a la chica que fue lo más amable posible de saber más de ella, la vida de Serena le preocupaba.

Miércoles 03:25 PM.

Serena, Mina y Ami no se fue con Matsu otra vez, solo fueron tres días que se fueron juntas pero después no, ella no se reportó más, era más amistosa pero dijo que no la esperar. Estas se encontraban en la cafetería del instituto Lita y Rei las acompañaban como de costumbre...

 -chicas mañana creo que viene mi querido Darien – la rubia dice con una felicidad y una cálida sonrisa tímida.

-que bien, Serena – dice Lita – por fin viene.

-si, ha estado mucho tiempo en Estados Unidos – dice Mina muy graciosa.

Ami siente que le tocan el hombro – hola – Matsu estaba a su espalda – hola, espero no interrumpir – saludo sacudiendo la mano.

Todas correspondieron el saludo, cierta morena también.

-no, ¿si quieres te sientas con nosotras? – ofrece Mina un asiento a su lado.

-gracias – toma asiento.

-¿Por qué ya no te vienes con nosotras, Matsu? – pregunto Serena, pues le intrigaba saber el ¿Por qué?.

-bueno, tengo inconvenientes – mira a todas – en fin, las quiero invitar a mi casa, ya tengo un pastel de chocolate y...

-¿de chocolate dijiste? – interrumpió contenta Serena.

-Serena ¿por qué siempre eres así? eres una interesada – regaño la sacerdotisa.

-Rei, no soy interesa, solo soy amable ¿entiendes? – dijo muy educada con su dedo índice levantado.

Matsu dejó escapar una pequeña risita – no importa, ya que me interrumpiste Serena, mi madre me lo trajo – dice amablemente.

Historia no ContadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora