Just A Dream | 김남준.

A Dream

Llegó agotada, otro día largo aunque más que otros. Se sentó en el sillón con un suspiro, molesta por su día.

El peor día de su vida se podría decir, no bastó con el proyecto; que con tanto esfuerzo había hecho, le hayan sacado la nota más baja o que en el trabajo le hayan tirado un café encima, no claro que no, también tenía que venir la patética persona que decía ser su novio y terminar con ella. Pero peor aún por ni más ni menos que la chica que era conocida por estar en cama de todos en el colegio. Pudo haber elegido a alguien mejor.

Youngmi suspiro una vez más; sólo necesitaba una relajante y larga ducha para olvidar el horrible día que tuvo, además por fin era fin de semana pudo haber sido peor.

Preparo la tina para entrar en un relajante baño, se tardó todo lo que quiso, las ventajas de vivir sola y ser independiente.

Se vistió con unos shorts y una blusa holgada, el "pijama" más cómodo que tenía y se sentó en el sillón pegado a la ventana de su habitación.

Tomó un cuadernillo y lápiz, uno de sus pasatiempos era escribir canciones o al menos tratar, miró hacia la ventana, específicamente al cielo, eran de las pocas veces que se podía observar las estrellas.

―Me gustaría que algo emocionante sucediera. ―susurró para ella.

Era cansado tener una rutina la cual seguir siempre, aunque lo de su ahora ex novio sí que fue algo que la sacó de esa tediosa rutina.

Se acostó en su cama, tratando de olvidar este terrible día.

La poca luz que entraba entre las cortinas iba directamente a la cara de Youngmi despertándola poco a poco, era realmente molesto, quería seguir soñando con uno de sus actores favoritos.

Trató de levantarse aún con los ojos cerrados pero se percató de que algo cálido la sostenía en un fuerte abrazo, pensó por un momento que seguía dormida pero al palpar aquello que la sostenía abrió los ojos como plato.

De la sorpresa se calló de la cama, despertando a la persona que estaba al lado de ella, ambos se miraron adormilados aún, sin embargo cuando se percataron de la situación gritaron a todo pulmón.

― ¡¿Quién rayos eres?! ―el chico le gritó.

― ¡Eso debería decírtelo a ti! ―Youngmi se levantó y lo miró molesta―. ¡¿Qué haces en mi casa, en mi cama?!

El chico la miró confundido, miró a su alrededor percatándose de que no estaba en su habitación o en alguna que él conociera. No recordaba haber salido de su casa, o de su habitación, tal vez... Si había salido, pero no había salido con alguna chica.

― ¡Si pudiera te lo diría! ―contestó al fin―. Pero no sé cómo acabe aquí.

La chica lo miró atenta tratando de averiguar si decía alguna mentira; sin embargo se veía tan confundido como ella se sentía.

―Bien, creo que deberías irte. ―habló Youngmi después de un rato.

El chico la vio con horror, no quería irse por el simple hecho de no saber ni siquiera donde estaba.

―No me malinterpretes, no es que no quiera irme pero... ―miró a todos lados y después fijó su mirada en ella―. No sé dónde estoy.

La chica no supo que decir, ¿cómo era posible que de la nada un chico amanecerá en su cama?, ambos suspiraron.

Youngmi pensó que por lo menos no parecía un chico pervertido, o malo en sí.

Salió de su habitación y fue a la cocina, necesitaba un vaso de agua para refrescarse además que por una extraña razón eso la relajada.