Capitulo 5

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Cerré los ojos al hundirme en el agua caliente y los recuerdos de los días anteriores, ya habían pasado cinco días de aquella fiesta universitaria en donde me volví prácticamente mierda, y recibí un regaño de mierda por parte de mama y los chicos, después de ese día la resaca fue tan intensa que decidí no ir al instituto el miércoles, el jueves fui por los apuntes y me devolví a casa, el viernes no hubo actividad por la reunión con los nuevos alumnos y mi fin de semana fue entre libros, música, películas, disculpas con los chicos y ni una gota de arrepentimiento de ese baile provocativo. En fin una semana deprimente exceptuando las fiestas.

El sonido de la alarma de mi reloj me despertó del trance avisándome que ya era hora de salir del baño, me vestí con el uniforme y en vez de colocarme el suéter azul que pertenecía a la institución, me coloque uno que haga honor a mi nombre rojo, me maquille como siempre y deje mi cabello en sus ondas naturales cubriéndolo con aquella increíblemente sensual gorra roja con las iniciales "J W" en negro, algún día se la devolveré a su dueño; tome mi mochila, dinero y busque como decima cuarta vez mi teléfono hasta recordar que más nunca lo volveré a ver... está en el suéter.

Baje las escaleras como un correcaminos puesto que ya se escuchaba el claxon del auto de Jeff, abrí el microondas después de leer la nota pegada en la nevera, citando: "abbey, hay comida en el micro tuvimos que salir con urgencia, se te quiere!.", un sándwich vislumbro en la oscuridad del microondas, fruncí el ceño, siempre hay lo mismo para mí; cogí una manzana en vez de aquel deprimente desayuno y me apresure al auto.

- hola señorita rubia.- chillo Jeff al montarme en el wolksvagen, hecho una mirada a mi suéter y luego a la gorra sonriendo.- qué triste es saber que te gusta un extraño.- rodé los ojos, no me gusta ¿cierto?.

- no seas idiota bluie, no me gusta además cual es el problema si me pongo su gorra.- pregunte colocándomela con la visera hacia atrás, mi amigo solo sonrió y comento algo que me dejo confusa:- solo danos unos minutos.- el viaje al insti fue silencio por mi parte en espera de una respuesta coherente que mi amigo no se dignaba a darme.

Estaciono al lado de la jeep de Chad avisándole a mis amigos que ya estábamos todos, zed decidió hacer lo mismo que yo en cuanto al suéter solo que él se puso una chaqueta de cuero, lee estaba sentada en el capo cantando la canción que se encontraba sonando por las bocinas de la jeep, Chad y will estaban a cada lado de esta con cigarrillos en sus manos esperando por nosotros.

- Bienvenida al grupo, perdida.- chillo lee al abrazarme cosa que hicieron todos llamando la atención del alumnado, como siempre.- me encanta esa gorra, nena.- grito, ahora todo el gentío miraba la gorra.

- es solo una gorra.- susurre por lo bajo intentado calmar su alegría y miradas de picardías, saben que es lo "chistoso", es que mi amada "mejor amiga" estaba observándome desde las escaleras de la fraternidad, nunca me dejo sola, la muy idiota me vio bailarle a un extraño- semi-conocido pareciéndole súper genial que estuviera con un chico aparte de que nunca había visto esa fase sensual en mi.

- ya entremos de una buena vez.- gruño zed esquivando al alumnado sin importarle sus quejas, tome una respiración profunda, zed es un chico muy posesivo con lee y conmigo somos su pequeñas hermanas; corrí hasta llegar a su espalda abrazándolo inmediatamente para calmar la tensión en sus músculos.- estoy bien reed.- gruño por lo bajo intentando soltarse de mi abrazo.

- no te preocupes, zedie, ustedes siempre serán los únicos.- se freno en seco para luego girarse y encararme con una de esas sonrisas matadoras:- ¿siempre?.- asentí mientras le abrazaba lo mas fuerte... sin saber que en ese instante estaba en lo incorrecto.

Unbreakeable SkinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora