Una venezolana suelta en España

Capítulo 1: Agarrando arrecheras

"Me desperté con el canto de las aves"

No mentira, Ignacia se tiró un peo y tuve que salirme del cuarto.

Tenía mi plan fríamente calculado, había ahorrado plata trabajando como burra durante los últimos nueve meses. Todo estaba bien, todo chévere, todo fino, hasta que mi mamá me encaqueto a las dos chukies que tengo como hermanas.

No sí.

¿A caso no sabe que esas guaras ladillan mas que el coño? No sí, que lindo vale, ya me veo corriendo por medio país para que ninguna de las dos terminen pérdidas por ahí, aunque eso no estaría nada mal...

"Daniela la sicaria" y tal.

Mientras mi mamá me rogaba que me llevara esas guaras yo me hice la que no entendió y recogí mis corotos, porque marica, yo no me iba a calar a esas dos por yo no sé cuántas horas en un avión, primero las mato.

-Daniela Antonia García Ferreira me haces el favor y te las llevas – Se podía sentir la desesperación en su voz.

-Tú las pariste, tú te las calas – Cerré mi maleta y la deje en el piso.

-¡Te las llevas y punto! Yo no le voy a estar rogando a ninguna hija mía, si sigues con esa mariquera te voy a joder carajita del coño, yo fui la que te pario y te compro toda vaina, así que me haces el favor y te las llevas contigo porque si no, no vas...

Y Chávez reencarno en mi mamá.

Luego de que mi mamá me diera el jarabe de lengua al que estoy acostumbrada, acordamos que yo me llevaría en contra de mi voluntad a Manuela y a Ignacia, si una de esas coñitas me hacía arrechar yo le avisaba y bla bla bla.

Cuando terminamos de ordenar nuestras cosas llamamos a un libre para que nos viniera a buscar, al llegar al aeropuerto esperamos nuestro vuelo.

-¿Cuándo nos vamos?- Pregunto por enésima vez Manuela.

-Cuando florezcan las amapolas – Le respondí con mi mejor cara de culo.

Blanqueo los ojos.

-¡Ay no mijita! Si vas a empezar con tu cara de culo mejor y no nos hubieses llevado – Contraataco Ignacia.

-Es que ese era el plan querida hermana – Saque a relucir mi mejor sonrisa Colgate.

¿Coño a qué hora esta gente se va a apurar?

-¿Cuándo nos vamos? – Volvió a preguntar Manuela.

Respira Daniela, respira.

-Vuelve a preguntar lo mismo y te juro por la empanada que me acabo de comer que te caigo a coñazos.

Manuela levanto sus manos en símbolo de paz.

-Oye, oye, tranquilo viejo.

Después de esperar más de dos horas para poder irnos de una buena vez el vuelo que esperamos apareció en la pantalla.

-Recojan sus vainas, guarden los celulares y las chucherías que se van a comer, ¿Fueron para el baño? Miren que si una de ustedes le pegan ganas de orinar yo no les voy a parar media bola – Espete.

Luego de que me afirmaran que tenían todo listo y que, efectivamente habían ido al baño, nos dirigimos a la pista de avión, y nos sentamos en nuestros respectivos puestos.

-Para la próxima y le formas peo a las de caja, perdimos mucho tiempo sentadas esperando a esa gente – Protesto Ignacia.

-¿Qué crees que es un avión pues? ¿Flash? ¿Meteoro? ¿Un torpedo?

Rodo los ojos.

Salir con esta gente es arrecho marica, una vez arme un paseo con estas dos para ir al parque baradida y termine dejándoles la peluca, estar con ellas es como meterse a la jaula de un león.

El león queda pendejo frente a ellas, imagínate.

Mientras estábamos en el avión la azafata comenzó a explicar los primeros auxilios y lo que hay que hacer por si nos dan mareos y vaina, cada una tomo un par de audífonos y comenzamos a ver una película.

En un rato salió la azafata con un carrito a darnos de comer.

Verga ¡Al fin!

-Buenas tardes, ¿Desean algo de comer? – Pregunto amablemente la joven.

-Sí, gracias – Le respondí con una sonrisa de amabilidad.

Armamos las mesitas y comenzamos a meterle diente...

Digo, a comer, si eso.

Mientras comíamos el mocoso que tenía atrás comenzó a patearme el asiento he hizo que me llenara la camisa con salsa.

Coño e' su madre nojoda.

No te arreches, no te arreches, no te arreches, no te arreches... Me arreche.

Me voltee como la hija del extorsionista y comencé a formarle peo a la mamá.

-Aján, señora, señorita, doña...- La mamá del mocoso estaba concentrada en el toche teléfono que tenía. Ella sabe que le estoy hablando pero se la está tirando de arrecha.

Ella es arrecha, yo soy más arrecha aun.

-¡MIRA PARAME BOLAS!- Le grite y al parecer reacciono.

-¿Si?

Mostré la sonrisa más falsa del mundo mundial – Su pequeño no ha dejado de patear mi asiento y no me deja comer, por favor, ¿Podría decirle que dejara de hacerlo?

La bicha me miro, me analizo y me ignoro.

Me dejo con las flechitas azules.

Maldita.

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Me cale por ocho horas y veinticinco minutos al coñito que tenía atrás, los peos de Ignacia, la vieja gorda culo de majarete que cada vez que iba al baño me empujaba, la antojada de Manuela y a la mamá anti parabólica del coñito. Antes de que formara peo en esa vaina, tome mi cartera y me fui rápido, podía verse el humo que me salía de los oídos y la cara de máxima arrechera que tenía, me iba a dar una vaina de la arrechera.

Comencé a caminar como la propia Regina George venezolana 2016. Toda arrecha, toda diva, viviendo mi momento. Las personas me daban paso por temor de ser tacleadas por mí, las madres tapaban los ojos de sus hijos y las personas me miraban con terror.

Tampoco exageres.

-¡No camines tan rápido! – Me reclamo la floja de Ignacia.

-¡Nojoda chica! ¿Cómo no voy a caminar rápido si andas echándote peos encima de uno? Ve a cagar que tienes un perro muerto en la barriga – Me miro ofendida.

Tomamos nuestras maletas y al momento de dirigirme a buscar nuestras maletas un bicho se me atravesó, presencie mi vida a través de mis ojos mientras pegaba el culo en el piso en cámara lenta, luego sentí un líquido correr en mi camisa mientras que rogaba que no fuese jugo de mora.

Coño e' la madre.

Es mora.

>>

¡Aquí está el capítulo! Tarde pero seguro ;)

Decidí cambiar la historia porque sentí que la anterior no reflejaba mucho quien soy y lo que pienso, esta vez cambiare muchas cosas, como la edad de las chicas y sus personalidades, además que tratare de reflejar la relación de Daniela, Ignacia y Manuela como hermanas.

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Me he esforzado en arreglar mi redacción y a ser más sutil con las palabras, diálogos y demás.

Los quiero un mundo <3

Atentamente, Male.