12 de septiembre

27 2 0
                                    

Desperté con sudor frío en mi frente, igual que repetidas veces en las recientes semanas; la única diferencia... Esta madrugada recordaba (aunque vagamente) fragmentos del sueño que terminó apenas minutos antes.

En mi memoria habitaban, como grabadas a fuego, imágenes; un callejón poco iluminado, con cientos de relojes colgados en en las ventanas y puertas de los edificios, todos marcando las 11:53; también sombras, como la figura de una mujer, que resultaba de alguna forma muy inquietante, debido a que a pesar de tener un rostro con pómulos marcados, y una nariz delgada y angulosa, era extremadamente alta y delgada, con dedos alargados en cuyas puntas podría asegurar que habían garras.

En ese mismo sueño recuerdo ratas, una cantidad innumerable de ratas con ojos color rojo sangre observándome desde las hendiduras, los dorsos de las calles y la oscuridad en si misma.

FIN DE LA PRIMERA ENTRADA

23:53Donde viven las historias. Descúbrelo ahora