Capitulo 3

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Al día siguiente parecía que todo estaba en paz de nuevo, hablé con mi madre como le prometí a mi hermano y ella se encargo del resto. Sin embargo tuve que sentarme en una mesa a hablar con la orientadora y luego ver las caras de esas personas, las de sus padres que querían sólo pelear y bueno viendo que clase de padres tenían, no las culpo por terminar locas y estresadas. Fue tedioso no paraba de mirar el reloj en la pared de la oficina y al final tuvimos que darnos la mano y un abrazo.
Entre al salón de clases quince minutos antes del receso e hice como sí estuviese poniendo atención cuando acabó y guardé mis cosas alguien colocó en la mesa un cuaderno, alce la mirada.
-Hola Lían-
-te lo presto, son los apuntes de la clase-la verdad no pensaba en recuperarlos tenía muchos libros en casa y al amigo Internet; igual no rechacé la oferta, ya había tratado bastante mal a ese niño
-gracias Lían- los tomé y los metí en la mochila
sonrió tímidamente y salió del salón con las manos en los bolsillos mirando hacia abajo, creo que su intención era pasar conmigo el receso-Lian- lo llamé- ¿me acompañas a comprar un jugo?-
-claro-salimos del salón y afuera lo esperaban sus amigos
-Abril, ya eres la señora de Gutiérrez? -exclamo uno de ellos, seguramente era el que había gritado en la clase
-Porque la pregunta ¿acaso te gusto?- sus amigos empezaron a burlarse del otro tipo y contesto
- Wow. Tranquila sólo quería conversar contigo-
-Jeje me agradas- contesté- igual estaba jugando-
Ese fue el receso más alegre que había tenido en hace bastante tiempo, los amigos de Lían a diferencia de mis antiguos compañeros eran divertidos y bromistas.
Saliendo de la escuela Lían se acercó.
-Oye Abril, porque no vienes con nosotros a casa?-me quedé callada- así evitaras otro incidente como el de ayer-
- está bien- dije y salimos
En casa pensé en hacer algo para agradecer las atenciones que tuvieron para conmigo pero era demasiado pronto, aparte el único que de alguna manera me ayudó fue Lían, seguí pensando y llegué a la conclusión de que lo mejor era enviar un mensaje escribí:
-gracias-y el respondió
-no estás sola- al leerlo reí y volví a mandarle otro mensaje
-nadie lo está-

Mi vida de secundariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora