La sirvienta saludo, admirada, a ka recién venida y, acompañándola a las piezas que le había destinado en la casa, fue a avisar a doña Micaela que la señorita Blanca Olmedo estaba ya instalada, según la señora lo había dispuesto.
-¿Conque ya esta aquí la institutriz de mi sobrina?- pregunto, con semblante impasible.
-si, señora; ya esta aquí.
-¿Con quien vino?
-Nadie la acompañaba.
-Es verdad, me han dicho que es huérfana y que vive sola; mas vale que sea así.
-¡Si viera usted lo joven y linda que es! - exclamo con entusiasmo la sirvienta.
-¿Joven y Linda?
-Una beldad, señora.
-No deja de ser un inconveniente; las muchachas bonitas suelen ser muy locas.
-Ella no lo parece, señora.
-En fin, si me sale mala la cambio; ya sabes que, con dinero, todo se facilita.
-Cierto, Señora.
-Ve que sirvan algo de comer a la señorita Olmedo, y, después avisas a la doncella de Adelante que en la presente.
-Esta bien señora.
Doña Micaela Burgos de Moreno era una mujer como de setenta años de edad: de regular estatura; gruesa, colorada; mas blanca que trigueña, con ojos verdosos y claros, como los de los gatos; de boca grande y labios delgados, hundidos, signo seguro de egoísmo y de instintos depravados. En su juventud fue una de esas muchachas de la clase media, a quien sus padres criaron muy mimada y que, sin tener los méritos y distinción de ciertas señoritas verdaderamente aristocráticas, tampoco tenia las virtudes de muchas de sus compañera y de esas valerosas honradas muchachas a quienes llaman <<hijas del pueblo>> Quiso la buena suerte de doña Micaela que, el cumplir los treinta y seis años, y cuando ya se preparaba para vestir santos, a los cuales era muy aficionada, Don Raimundo Moreno, un señor cubano acabado de llegar al país, muy rico, le ofreciera su maní y su fortuna, lo que ella tuvo a bien aceptar, desde entonces cambio sus viejas amistades por otras nuevas formadas en la aristocracia, y se dio a denigrar a lo que ella con desprecio llama << la plebe >>
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Blanca Olmedo
RomanceEs una novela romántica, cuyo sentimentalismo no le impide retratar conflictos fundamentales en la sociedad hondureña de inicios del siglo XX. Por Ello Blanca Olmedo, es porta voz de la injusticia o justicia imperante en el país, así como a la hipoc...