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Shadow POV

Desperté a causa del dolor punzante que se alojaba en mi costado derecho, no recordaba que fuera tan doloroso. Aun con ese dolor en mi cuerpo me incorporé en el lugar en donde estaba recostado.

Hice una mueca al darme cuenta que no estaba en medio de la calle donde me había desmayado. Recorrí el lugar con mis ojos durante unos segundos, parecía ser el hogar de una chica, esas paredes de color crema y ese olor a perfume de lavanda. Si, definitivamente era la casa de una chica. ¿Cómo demonios había llegado aquí? Me levante con cuidado del sofá — ahora es que me doy cuenta de que eso es — y lo observe desde ahí.

Varios cuadros de flores estaban colgados de las paredes, uno de ellos me llamo la atención así que me acerque a él cojeando un poco — «Vaya que duele esto.» —, conocía ese zorro de dos colas amarillo creo que se llamaba Tails, gran nombre. Estaba al lado de aquel equidna rojo, no recuerdo su nombre, solo se que es ruidoso y algo brusco.

Mis orejas de encresparon al oír un leve ronquido, proveniente de lo que suponía era la cocina. Avance con cuidado hasta el lugar de donde provenía el ruido y lo observe. Azulejos adornaban el piso, los mesones de la cocina hechos de madera oscura brillaban, se notaba que el dueño era aplicado en la limpieza, note por el rabillo de mi ojos que algo se movía por encima de la mesa, inmediatamente me voltee a ver lo que era.

O quien es...

Esa eriza de color rosa, ella era la dueña de la casa. Ahora lo recuerdo, ella estaba ahí cuando ese robot de Eggman me aventó contra la pared — « Tengo que matarlo por eso, aunque lo haré en otro momento... » —, me acerque más a ella, reposaba su cuerpo encima de la mesa, estaba dormida, de eso estaba seguro; de su boca salían pequeños y poco audibles ronquidos.

Ese aroma... Era tan agradable. Inconscientemente me acerque más a su rostro. Me traía tanta tranquilidad y nostalgia. Abrí mis ojos un poco y me encontré con la mirada de ella, no me aparte, simplemente nos quedamos ahí, con las miradas cruzadas.

Esos ojos; llenos de vida y felicidad, ocultaban penas y miedos en su interior, eran una cortina para ocultarse del exterior. Lejos de las criticas de los ignorantes e incomprensibles.

«¿Como los tuyosPregunto esa voz tediosa en mi cabeza, tenia razón, ocultaba mis secretos de la misma manera que ella.

— Ah... ¿Shadow? — Volví nuevamente a la realidad, todavía seguía ahí, mirándome. Me aparte lo suficiente de ella y se levanto de la silla, se acerco un poco mientras tocaba su cuello con molestia, esa mesa no era tan cómoda para dormir. — ¿Cómo te sientes?

— Mucho mejor que ayer supongo — Respondí mientras me encogía de hombros. Ella oso a un lado de mí y se dirigió a la pequeña cafetera que estaba encima del mesón. En pocos minutos el olor a café se coló por mis fosas nasales. — «Delicioso.»

¿Quieres? — Pregunta mientras me extiende una taza llena de dicho liquido. La acepte y ella se dirigió nuevamente a la mesa. Yo me quede en mi lugar — ¿Cómo fue que terminaste estrellando te contra un pared? Si se puede saber claro...

Reí para mis adentros cuando oí su voz llena de nerviosismo al hacerme esa pregunta. Me sentía un poco en deuda con ella, literalmente me había salvado la vida.

— Digamos que tuve una "lindo" discusión con Eggman, a veces puede ser un niño malcriado, y terminamos peleando. O al menos sus robots peleando por él, es un cobarde — Luego de que termine de hablar le di un sorbo al café, no sin antes inhalar ese reconfortante aroma. Estaba perfecto, ni muy dulce ni muy amargo.

— Perdón por no escucharte — Dijo de repente mientras miraba su taza entre sus manos, ¿por qué me pedía perdón? — Ya sabes... Por no escuchar tus palabras y consejos de que me alejara de él, de Sonic.

Oh, ese tema. Ya lo había olvidado un poco, supongo que se siente más arrepentida de lo que parece, a decir verdad; no entendía por qué me molestaba en decirle que se alejara de él.

— De nada — Fue lo único que me limite a responder. No sabia que decirle exactamente, no podía estar molesta con ella, pero tampoco podía estar feliz. Todo es tan confuso. No tenia más que decir u hacer aquí, así que aun cojeando me di la vuelta para acercarme a la puerta principal.

En cuanto tome el pomo de la puerta sentí como alguien me aprisionaban por la espalda, rozando la herida en mi torso; seguía doliendo. Mire sobre mi hombro, esas púas rosas.

— ¿Por qué haces esto? — Pregunte aun de espaldas. No respondió. — Solo haces las cosas más complicadas... Deberías alejarte de mí. Solo me causante problemas...

La aparte de mi cuerpo y note que tenia los ojos acuosos, y unas pequeñas lágrimas se resbalaban por sus mejillas. Termine de girar el pomo y salí de ahí, no podía permitir que se incluyera más en mi vida, se volvería mi debilidad y querré protegerla. La utilizaran en mi contra. Pero...

Sino logra protegerla, ¿Quién lo haría?

«Ella podría cuidarse por sola. No debería importarte su bienestar u salud, ya lo has dicho; solo te hará débil y patéticoserás derrotado cuando la utilicen en tu contraserá un estorbo

Si tal vez... Tienes razón.

Tiempo PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora