Capitulo 2: De salida hacia el negocio de Luis.

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Luis y Víctor montaron los frutos en el vehículo de Luis, y partieron a la ciudad, en el camino ellos iban conversando.

-Luis, ¿Tienes familiares? y luego se formó una conversación.

-Víctor, a mi parecer no, porque no conocí ningún familiar de mis padres.

-Luis, ¿Y tus padres donde están?

-Víctor, mi madre murió cuando yo tenía 9 años y mi padre acaba de morir hace 3 meses.

-Dice Luis, cuanto lo ciento.

-Dice Víctor, no hay problema.

-Víctor, ¿Y tú tienes familia?

-Luis, si tengo a mis padres y 3 hermanos.

-Víctor, ¿Y tus hermanos que hacen?

-Luis, bueno de los hermanos que tengo 2 son hembras y están en la universidad y mi hermano que es el mayor de todos esta con mi padre en los Ángeles California.

-Víctor, oh que bien, y luego pregunta, ¿Y tú madre donde está?

-Luis, ella está en la ciudad.

-Víctor, ¿Qué tiempo tienes que no la ves?

-Luis, 2 semanas.

-Víctor, eso está muy bien.

Y luego se quedan en profundo silencio, 1 hora después llegan al puesto de Luis y antes de desmontar los frutos del vehículo, Victor le dice a Luis, yo tengo que ver lo que haces con mis frutas.

-Luis, está bien.

Y luego desmontaron todo del vehículo, y abrieron el negocio.

-Víctor, tengo que comprar una podadora nueva para limpiar la finca.

-Luis, ven en 2 días a buscar dinero.

Con fuerte gesto pregunta Víctor, ¿Quien dijo que yo me voy?

-Luis, (nadie) y luego dice, pues si tú no te vas véndeme tus tierras.

-Víctor, esas tierras eran de mi padre y por eso no las puedo vender, y aunque pudiera no las vendería.

-Luis, ¿Quién la va a atender si tú te quedas aquí?

-Víctor, bueno los policías, pero que no sean corruptos.

-Luis, ¿Quién te ha enseñado todo eso?

-Víctor, bueno fue mi padre.

-Luis, tu padre era capitalista?

-Víctor, bueno que yo sepa no.

-Luis, ¿Cómo el sabía todo eso?

-Víctor, bueno yo no sé.

-Víctor, oye no me metas cuentos y acuérdate de mí %, ok.

-Luis, oye no te preocupes que no te pienso engañar, colocando su mano de tras de su espalda y cruzando sus dedos.

EL HOMBRE QUE CREÍA SER SABIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora