Ladrona de melancolias

Recuerdos...

Se viste de silencio la noche y la sombra de las dudas se levanta y en la soledad de esa banca dos figuras bruscamente se apartan...Ecos de hojas crujen dejando atrás los pasos desgarbados de la silueta que a lo lejos como yo camina en medio de la espesa niebla que humedece el aire... el recuerdo poco a poco se difumina entre avenidas vacías... Mientras el sabor húmedo del frío se resbala por sus labios augurando un otoño sombrío...

Se preguntaba porque las cosas siempre le salían al revés, y del porqué todos la habían abandonado.. Se preguntaba también porque él la había traicionado y porque se había marchado, sin decirle ni una sola palabra del porqué lo hacía. Sin embargo, de algo estaba segura, ella cumpliria su promesa, le costase lo que costase...

Pasaban los días y miles de preguntas le resonaban en la cabeza. Ella le había decretado a su cerebro no volver a pensar en el pasado y en lo mucho que la perturbaba. Sin embargo, lloraba por ratos, preguntandose porque no era ella, su musa, su prosa, la razón por la que él escribía.

Al cabo de unos meses, ella había logrado olvidar una mínima parte de su pasado, había logrado olvidar una parte de su tormento. Pero por alguna razón, algo le impedía olvidar por completo, todo el dolor que alguna vez había sufrido.

Conforme pasaba el tiempo, ella aprendía de las lecciones y tropiezos que la vida le ponia por delante. Aprendí que hay errores que tienen nombre y apellidos, los cuales son difíciles de olvidar. Y aun cuando pensaba que iba a caer, siguió creyendo que levantarse no era un deber,.sino más bien una necesidad.

Algunos días eran excelentes, los pasaba de maravilla y pocas veces pensaba en su rostro, pero al caer la noche su recuerdo le retorcía la mente, y se desplomaba, minuto a minuto, ahogándose en penas jamás contadas.