Cuándo Dios quita algo de tu alcance, no te está castigando, sino abriendo tus manos para recibir algo mejor.
Frase 6.
Cuándo Dios quita algo de tu alcance, no te está castigando, sino abriendo tus manos para recibir algo mejor.
Cuándo Dios quita algo de tu alcance, no te está castigando, sino abriendo tus manos para recibir algo mejor.