Capítulo 1

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La guerra se acercaba, el olor de la muerte combinado con sangre le daba fragancia a todo el lugar, sus enormes patas llenas de pelo pintadas escarlata rompían los huesos del cráneo, el coxis, la columna y los frágiles cartílagos de los cuerpos que yacían a su paso con inminente crueldad.

Pero esto no significaba que ese monstruo Dr largos colmillos filosos y enormes fauces que eran capaces de romper en dos cualquier cosa solo con cerrarse, fuera el malo de la historia. De hecho era un justiciero temido, o justo a fin de cuentas.

Al final del trecho cubierto de cadáveres estaba sobre un pedestal un hombre de aspecto alegre pero mirada perdida, con un rostro petrificado pero casi inerte. La enorme bestia se mostró benevolente ante el miedo de ese chico cuyo olor era distinto al que desprendían los otros. Eso motivó a el animal a avanzar un poco mas rápido, luego dejo de caminar y apenas tocaba el suelo. Una vez que se acercó lo suficiente, el edor, la sangre y el miedo inundaron sus sentidos provocándole excitación, ansias y placer, quería derramar los intestinos de este, deseaba comer cada bocado, incluso triturar sus suaves huesos, para finalmente beber su liquido vital. Se le hacía agua la boca.
El hombre por su parte buscaba escapatoria pero no podía ir muy lejos en el estado que se encontraban, aun así eso no lo detuvo pero rogaba con todas sus fuerzas que alguien pudiera ayudarlo...

-¡MAMAAAAAA!- Gritó la pequeña niña desde su habitación.

Atañe quien soñaba plácidamente fue despertada de su profundo sueño y obligaba a levantarse con premura para ir en auxilio de su hija de 8 años.

Golpeó la puerta torpemente para después caer en cuenta que solo tenía que girar el pomo de la misma, cuando lo hizo entró rápidamente y por un pelo que no pisó el patín del diablo que estaba mal colocado , tuvo demasiada suerte.

-¿Que ocurre Kuni?- Preguntó preocupada pero lenta pues asimilaba su despertar.

La hermosa niña estaba envuelta entre las cobijas y temblaba bajo ellas -Mami, soñé de nuevo con eso- Admitió con la voz tenue que era aun mas difícil oir debido a la poca filtración del sonido de las colchas.

-Fue solo un sueño querida- Le respondió dulcemente al tiempo que se sentaba al borde y con su mano buscaba la cabeza de su hija por debajo del cobertor -Todo va a estar bien ahora- Le dijo mientras continuaba su búsqueda. De pronto una bola de pelo apareció debajo de su mano. Ayane se sorprendió pero eso no la detuvo, conocía bien esa sensación.

-Kuni, no tienes porque ocultarte, nadie te hará daño- Agregó mientras que con su otra mano alzaba el borde de la cobija dejando al descubierto al ser que estaba debajo.

El destello blanco de su pelaje alumbrado por la luna menguante que entraba por la ventana, sus suaves orejas aun pequeñas, sus patitas ligeramente plateadas y sus ojos hermosos color miel describían la transformación de su amada princesa.

La niña solo quería amor así que impulsada por la vergüenza se abalanzó hacia ella rodeándole el cuello con sus patas y dejándose acomodar por la inercia entre sus pechos cálidos. Aun temblaba pero ya estaba mas tranquila. De de todo era solo un sueño ¿O no?...

[Continuará...]

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