Todo es muy complejo (Madhouse)

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Lo más difícil fue despedirme se Shopia y Sara, la noche anterior a internarme nos juntamos en casa de Sara para divertirnos, sería la última vez que nos veíamos asta que fueran a visitarme, nos divertimos mucho y prometieron ir a verme todo los meses.
Al llegar al centro de Rehabilitación me estaban esperando dos señoras bastante feas, parecía que una no había el sol en mil años.
-Nos presentamos, soy la señora Tamara, directora de este centro y ella es la señorita Catalina que será su guía durante todo el período de tiempo que usted se encuentre en este lugar-. Dijo la más vieja y seria, daba mucho miedo.
La señorita Catalina me llevó a mi cuarto que por cierto era horrible, solo habían cuatro paredes y una cama. Al despertar por la mañana entró la señorita Catalina con una sonrisa, ella era una buena persona, no se enojaba nunca, y se alegraba mucho cuando John el conserje le sonreía.
-Tienes clases a las 9:00 y el desayuno está listo-. Me entregó el horario y se fue, me levanté rápidamente, fui al comedor, me senté serca del basurero donde sólo habían papeles votados y un bebedero malo, apartado de todas las demás personas. -eres nuevo -. Se escuchó una voz detrás de los basureros, me acerqué para mirar casi era una persona o sólo me lo estaba imaginando, era casi normal que la gente se volviera loca en esos sitios, había una pequeña niña, me recordó a mi hermanita. - si, soy nuevo - Le dije.
-Como te llamas -. Preguntó, acercándose cada vez más.
-Sam y tu, cual es tu nombre -. Le pregunté.
- Que nombre tan raro, yo me llamo barbara -. Extendió su mano y sonrió -. Antes de que pudiera darle la mano, se acerca un chico y con un gran grito dice - Barbara...!!! ya sabes que no puedes conversar con desconocidos -. Bárbara salió corriendo por el pasillo, me levanté para seguirla pero el chico se subió arriba de la silla y les dijo a todos los presentes en voz alta -No se acerquen a este estúpidos, que por sino sabían por lo único que vino fue para poder olvidar a su ex, mientras nosotros estamos encerrados por motivos de depresión, otros por la muerte de sus padres, el esta por su maldito ex-. Me sentí muy mal, se me Cayeron algunas lágrimas, corrí por el pasillo, mientras pensaba que de alguna forma ese chico tenía razón, ellos tenía problemas más graves mientras yo solo me cortaba, encontré un lugar detrás de las escaleras donde me senté abrazando mis piernas con mucha fuerza, mientras me calmaba escuchó un llanto muy despacito era de un pequeño, salí de mi escondite y estaba un niño, tenía alrededor de 7 años, le pregunté que le pasaba, me dijo que no lo entenderia, no quise seguir preguntando, le dije si podía sentarme a su lado, no respondió, me senté a su lado y le pregunté su nombre, -Me llamo Sebastian -. Dijo ya un poco más calmado, -yo me llamo Sam - . le dije, tratando de que el no se diera cuenta que había estado llorando, -pareces una buena persona sam -. Me dijo sonriendo, -tu igual, podemos ser amigos-. Le dije como si lo considera hace mucho tiempo, el solo sonrió.
Prometimos juntarnos todos los días a las 7:30 A.M en nuestro escondite detrás de la escalera, pasaron varios días, y ambos cumplíamos nuestra promesa.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2016 ⏰

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